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Un interesante desafío en materia ambiental espera al intendente electo, Mario Ferreiro. Gobiernos anteriores no han podido solucionar varios problemas, por lo que esta es la oportunidad de demostrar que se puede, en favor de un ambiente saludable, en aire, suelo y agua.
El humo negro es un tema pendiente. Las emisiones de gases tóxicos persisten y atentan contra la salud de la población asuncena.
Existen experiencias de control de emisiones en otros países. Se permite circular solo a los que tengan en buen estado sus vehículos y unidades de transporte público.
La falta de sanciones severas y de medidas prácticas contribuye a la impunidad en este sector.
El otro problema a solucionar es el de los cursos hídricos: todos los arroyos de Asunción están contaminados.
Falta un plan de revitalización, acompañado de una ordenanza que prohíba contaminar y que establezca duras sanciones a los que contaminan. Paralelamente, se requerirá la ejecución de un proyecto de protección, hermoseamiento y acondicionamiento para que sea un atractivo natural, con camineros laterales, como se procede en otros países.
Vertedero Cateura
Otro problema que hereda Ferreiro es el vertedero Cateura. Es una montaña de basura donde el concepto de vertedero aparentemente no se aplica. A simple vista se ve que es un simple basural, que crece cada día más y se forma una pirámide peligrosa, con efluentes sumamente contaminantes.
Este vertedero debió mudarse en febrero del 2006, pero bajo argucias sigue funcionando en esa zona baja, inundable.
La concesión a la firma Empo, cuyo gerente es Enrique Ortueste, fue duramente cuestionada por incumplimiento de contrato. Esta facilita la erogación de más de 1.500 millones de guaraníes, que cada mes entrega la Municipalidad por amontonar la basura en el predio municipal.
Cateura aparece como “intocable” y, aparentemente, es fuente de financiación de campañas electorales.
El tema basura y su tratamiento requiere un estudio especial.
walberto@abc.com.py