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ITAUGUÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). Enriqueta nos sorprendió al recibirnos ella misma en su casa, y cuando preguntamos por la cumpleañera nos dijo con grana amabilidad y una amplia sonrisa “soy yo, adelante, pase”.
Ante la consulta de “¿Usted cumple 101 años?”, afirmó: “¿Quiere que le muestre mi cédula?” y rió. Su hijo Eligio Ramón dijo entre bromas: “Yo con 79 años soy la prueba”.
La mujer, de gran sentido del humor, jovial, estaba rodeada de sus seis hijos: Eligio Ramón (79), Dagoberto (77), quien se definió como “el chico de los mandados” porque vive al lado de la casa de su mamá y siempre va al supermercado, a la farmacia y donde doña Enriqueta le pida; Angel (69), Idalina (65), Juan Cristino (63), que era el chef de su padre los fines de semana, Teófila (60) y Lucía (58).
El amplio sentido del humor de la señora y de sus hijos es uno de los factores que contribuyen a la excelente salud de la cumpleañera. Ella comentó que mediante ello supo sobrellevar la muerte de su esposo, Froilán Galeano, acaecido en 1978 en Argentina, donde vivieron gran parte de su vida matrimonial.
Recordó que con Froilán tuvo 11 hijos, de los cuales fallecieron cuatro. Su esposo fue su único amor, a quien dijo esperó tres años para poder casarse después de finalizada la Guerra del Chaco, ya que fue a servir en el RC 5 Acá Verá, primeramente en Nanawa.
Enriqueta y Froilán son oriundos de San José de los Arroyos. Tiempo después de casarse emigraron a la Argentina y ella volvió al país hace ocho años para instalarse en el barrio Virgen de Guadalupe, al lado de la casa de su hijo Dagoberto, quien enviudó.
Señaló que su alimentación es simple: frutas, verduras, leche y yogur. Pero cuando cocinan sus hijos come de todo un poco, en especial los fines de semana, dijo. En tanto que su pasión es cuidar de sus plantas y flores de su jardín.