Cargando...
“El hecho de tener un método anticonceptivo definitivo le expone a la mujer a más abuso, ya que estamos hablando de adolescentes, como así también a más enfermedades de transmisión sexual”, afirmó a ABC TV la ginecóloga, endocrinóloga reproductiva y especialista en bioética, Angélica Sarmiento.
Comentó que Salud recibió meses atrás en donativo un lote de 800 de estos anticonceptivos que se ofrecerán, en una primera etapa, a niñas y adolescentes que fueron madres. El producto da una protección de entre tres a cinco años. El objetivo es evitar nuevos embarazos no deseados, pero la profesional sostiene que este implante no es la mejor opción desde el punto de vista ginecológico y endocrino, ya que una adolescente, y menos una niña, aún no tiene desarrollado el sistema hormonal que regula la maduración y funcionamiento de los órganos reproductivos.
“Hoy en día a nivel mundial se constata una epidemia de infertilidad y todas estas ‘campañas anticonceptivas’ que se implementan cada vez a edades más precoces, tienen también una influencia en este drama”, advirtió la profesional.
Recordó que los anticonceptivos son drogas. No son remedios porque no curan nada. “La fertilidad no es una enfermedad. Desde el momento en que se pone dentro del cuerpo de una mujer una droga para volverla infértil, estamos alterando el funcionamiento normal de sus órganos reproductivos”, explicó.
La Coordinación Nacional de Pastoral Familiar y Vida de la Conferencia Episcopal también se manifestó en contra del plan piloto de la cartera. Alegó que el sistema usado para evitar los embarazos equivale a un efecto directamente abortivo.