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Por primera vez en una encíclica papal se cita una carta pastoral de los obispos del Paraguay, de 1983. “El campesino paraguayo y la tierra”, dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Mons. Adalberto Martínez, al referirse a la encíclica Laudato Si (Alabado Seas), difundida ayer por la Santa Sede.
El obispo indicó que aunque la referencia al Paraguay en la encíclica es breve, la mención demuestra una vez más que el papa Francisco ama y tiene en cuenta a nuestro país al enriquecer su encíclica con las enseñanzas de los obispos de este territorio.
Agregó que este documento magistral será guía y reflexión para toda la Iglesia en el mundo. El prelado resaltó que en el párrafo de referencia, el Papa destaca una problemática de larga data y todavía muy vigente, que se relaciona con los reclamos de los campesinos por la inequitativa distribución de la tierra en el Paraguay.
Específicamente en el apartado 94 de la encíclica menciona y utilizando pasajes bíblicos y frases de la carta pastoral de los obispos del Paraguay, señala: “El rico y el pobre tienen igual dignidad porque a los dos hizo el Señor. El mismo hizo a pequeños y a grandes y hace salir el sol sobre malos y buenos. Esto tiene consecuencias prácticas, como las que anunciaron los obispos del Paraguay” y añade: “Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del título de propiedad debe contar con medios de educación técnica, créditos seguros y comercialización”.
Los miembros de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) de la época en que se elaboró dicho documento fueron: Ismael Rolón, Felipe S. Benítez, Jorge Livieres Banks, Carlos Milciades Villalba, Mario Melanio Medina, Demetrio Aquino, Aníbal Maricevich, entre otros.