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Francia mantiene más de 400 colegios franceses en todo el orbe, con unos 240 mil alumnos matriculados, 40% de ellos franceses residentes temporales o definitivos, y el porcentaje restante distribuido en un crisol de nacionalidades, una pequeña Naciones Unidas en cada país donde están establecidos. En nuestra capital funciona una de esas escuelas y en Ciudad del Este crece rápidamente otra donde profesores como Vidal imprimen con rigurosidad y en su rico idioma el sello de la cultura y las tradiciones del país europeo a sus estudiantes de primaria y secundaria. En esta entrevista, el docente, de 42 años y 22 años de experiencia, explica el fenómeno de las escuelas francesas que desarrollan en forma silenciosa una formidable labor de integración e intercambio, en el ideal de hacer más tolerable el mundo del futuro.
- ¿Los franceses tienen muchos educadores correcaminos como usted por el mundo?
- Hay muchos. Hay más de 400 colegios de este tipo en el mundo. Entre ellos está el nuestro. Estamos regidos por una agencia del Ministerio de Relaciones Exteriores.
- ¿Donde hay una embajada hay un colegio francés?
- Hay países donde hay más colegios franceses que embajadas. Embajada hay solo una por país. En un mismo país puede haber varios colegios. Y los hay de todo tamaño. Por ejemplo, en Brasil hay escuelas de dos mil alumnos y pequeñas con 160. En total, hay matriculados 240 mil alumnos en las escuelas francesas en el mundo. De ellos, 80 mil son franceses y 160 mil extranjeros, o locales y extranjeros. Algunos padres escogen la escuela francesa porque saben que si van destinados a otro país pueden encontrar el mismo programa de estudios.
- ¿Un sistema parecido hay en otra lengua?
- Tan desarrollado no. El sistema de educación francesa, en francés y fuera de Francia es único en el mundo.
- ¿Dónde estuvo antes de venir a Paraguay?
- En Francia. Pero antes estuve como maestro en Costa Rica. Tuve oportunidad de trabajar en España y Australia. De Australia, fui cinco años a Vanuatu, Nuevas Hebridas, que está entre Nueva Caledonia y Fidji. Fue un condominio Franco-Británico y hoy es un Estado independiente. Para que tenga una idea, el futbolista francés Christian Karambeu es de Nueva Caledonia, cerca de Vanuatu. Yo estuve como director del Centro de Formación de los Profesores allá, enviado por Francia pero para trabajar para el Ministerio de Educación.
- ¿Cuántos idiomas?
- Hablo francés, inglés, español y bueno algo de la lengua que se habla en Vanuatu, una mezcla de inglés con dialectos melanesianos (de Melanesia, las islas del Pacífico de Oceanía). Es el idioma que se hablaba en los campos de caña (dulce) en Australia. En el siglo pasado, ellos venían a las islas a recoger hombres para trabajar en los campos de caña en el norte de Australia. Es un idioma como el creol en las Antillas Francesas. Se formó un idioma así para que los dueños no pudieran entender lo que se decía. Ahora es la lengua que hablan casi todos en esa región para comunicarse, porque en Vanuatu hay entre 150 y 200 idiomas diferentes en muchas islas. En esos lugares, donde están los católicos la educación es francesa y donde están los presbiterianos la educación es inglesa. Por eso se habla o inglés o francés. Es un territorio muy particular, como las Islas Mauricio.
- ¿Cuál es la experiencia después de convivir con culturas tan diferentes?
- Uno tiene una cierta apertura para entender y comprender y ubicarse y adaptarse, hasta para entender la cultura de uno mismo.
- ¿Los norteamericanos tienen una escuela parecida?
- Ellos tienen escuelas privadas que se desarrollan por sí mismas. Nosotros sin embargo somos apoyados por el Gobierno francés. Hay todo un trabajo, una dirección pedagógica fiscalizada por el Ministerio de Educación de Francia. El sistema es muy antiguo. Se desarrolló a la par del sistema diplomático. Es de alto nivel.
- ¿Dónde está el atractivo para los que no son franceses?
- Una atracción es la curiosidad por la cultura francesa, por el sistema educativo, por la tradición, por el lazo que une a las familias con Francia, por haber estudiado allá o por trabajar con empresas francesas. Para los que viajan mucho también es una seguridad porque los hijos pueden matricularse en cualquier país del mundo. El programa es el mismo que se imparte a los franceses en Francia. Los alumnos por supuesto tienen que hablar francés. Inclusive pueden seguir en cualquier escuela de Francia. La escolaridad es reconocida inmediatamente.
- ¿Hay una evaluación sobre el nivel que tiene?
- Lo que se puede comparar es con el nivel de las otras escuelas francesas y con el nivel en Francia. Una escuela como el Colegio Marcel Pagnol de Asunción tiene un muy buen nivel en comparación con otros colegios franceses del Mercosur, y por supuesto, con el nivel de los colegios en Francia. El nivel académico es muy bueno.
- ¿De qué depende, de los profesores, de la infraestructura?
- Por supuesto que depende del plantel de educadores. También depende del ambiente, las condiciones de trabajo de los alumnos. Todo eso hace que los resultados sean buenos. Es fundamental el interés de los padres por sus hijos. Yo creo que si escogen esta escuela eso implica tácitamente que están interesados en seguir de cerca la educación de sus hijos porque los padres necesariamente también se obligan a saber francés.
- ¿Los alumnos que egresan pueden integrarse a la universidad local?
- Pueden integrar la universidad local, claro. También tienen la oportunidad de integrar el sistema universitario francés, en Francia. Nuestro bachillerato no otorga un diploma de secundaria sino uno de primer nivel de la universidad. Es el primer diploma de la universidad. Es el nivel que llamamos Terminal, el último del colegio. Con este diploma, puede integrar directamente la universidad en Francia o también en otros países.
- ¿Cuál es el objetivo de mantener tantas escuelas en el mundo?
- El primer objetivo es el apoyo a las familias francesas que viven en el extranjero, para que sus hijos sigan manteniendo contacto con el sistema escolar francés. Pero eso no es suficiente para mantener tantas escuelas. Por eso, el segundo objetivo es desarrollar la difusión y la cultura del idioma francés recibiendo alumnos de otras nacionalidades, sean locales o no. Para todos esos alumnos, el objetivo es que tengan éxito en sus estudios superiores y que desarrollen las relaciones amistosas para el intercambio de culturas.
- Hay gente que discute cuál es mejor, la escuela francesa o la americana, hablando de eficacia...
- Cada sistema tiene sus particularidades. Yo estoy en la escuela francesa y defiendo lógicamente el sistema francés. Me parece muy bueno. Además, no conozco mucho el sistema americano. Lo que puedo hablar es de nuestro sistema, que desarrolla bastante el espíritu crítico, el análisis, la síntesis, la resolución de problemas en base a los conocimientos, la cultura general, un dominio lingüístico de las ciencias humanas o ciencias de la vida, matemática, física, el dominio de las artes. Nuestro sistema produce alumnos que salen con muchas cualidades. Enfatizamos mucho en el aspecto de los conocimientos. En el sistema académico es muy importante, más que el aspecto social, que tal vez es más desarrollado en el sistema anglosajón.
- ¿Cómo se explica que tantos gobernantes que resultaron ser después dictadores se formaron en países desarrollados, Mao Tse Tung, Khomeini de Irán, el Khmer Rouge de Camboya, los sudamericanos?
- Lo que puedo decir es que el objetivo de la escuela francesa no es formar dictadores. Al contrario, me gusta mucho más cuando se elogia la educación francesa por ser formadora y defensora de los derechos humanos. Eso me gusta mucho más.
- ¿En Paraguay, la de Asunción es la única escuela?
- En Ciudad del Este hay una colectividad francófona que tiene también su colegio, el Jules Verne, en homenaje al escritor francés. En el colegio Marcel Pagnol, los franceses representan el 40% de los alumnos.
Es una ventaja importante para los chicos compartir con compañeros de distintas nacionalidades y culturas.
- ¿Es la mejor manera de combatir la xenofobia?
- En las escuelas francesas en el mundo hay mucho menos problemas de ese tipo, que deviene de la falta de contacto y de la falta de comprensión entre culturas. La mayoría de nuestros alumnos tuvo la oportunidad de viajar. Mis hijos, de cinco y siete años, nacieron allá en Nueva Caledonia. Para ellos es normal encontrarse con niños de otros países. Pero en general, cuando uno ha viajado y compartido con otras culturas, es mucho más fácil aceptar y entender. En nuestro colegio que está en el barrio Jara (Solano López 1.139) se enseña normalmente guaraní y estudios sociales y está reconocido por el Ministerio de Educación.
- ¿Los alumnos paraguayos pueden inscribirse en ese colegio?
- Entre tres a cinco años de edad. Si hablan francés, pueden entrar a cualquier edad. Los alumnos también estudian como idiomas portugués, alemán e inglés. Tenemos un sitio de internet que tiene dos objetivos, un sitio de información y también un sitio pedagógico para la investigación y el estudio de alumnos y profesores.
- ¿Quién es Marcel Pagnol?
- Es un escritor francés muy conocido. Cada escuela francesa tiene un nombre distinto. En Argentina, en Chile, se llaman Antoine Saint Exupery, Jean Mermoz, Charles de Gaulle...
- ¿Los franceses tienen muchos educadores correcaminos como usted por el mundo?
- Hay muchos. Hay más de 400 colegios de este tipo en el mundo. Entre ellos está el nuestro. Estamos regidos por una agencia del Ministerio de Relaciones Exteriores.
- ¿Donde hay una embajada hay un colegio francés?
- Hay países donde hay más colegios franceses que embajadas. Embajada hay solo una por país. En un mismo país puede haber varios colegios. Y los hay de todo tamaño. Por ejemplo, en Brasil hay escuelas de dos mil alumnos y pequeñas con 160. En total, hay matriculados 240 mil alumnos en las escuelas francesas en el mundo. De ellos, 80 mil son franceses y 160 mil extranjeros, o locales y extranjeros. Algunos padres escogen la escuela francesa porque saben que si van destinados a otro país pueden encontrar el mismo programa de estudios.
- ¿Un sistema parecido hay en otra lengua?
- Tan desarrollado no. El sistema de educación francesa, en francés y fuera de Francia es único en el mundo.
- ¿Dónde estuvo antes de venir a Paraguay?
- En Francia. Pero antes estuve como maestro en Costa Rica. Tuve oportunidad de trabajar en España y Australia. De Australia, fui cinco años a Vanuatu, Nuevas Hebridas, que está entre Nueva Caledonia y Fidji. Fue un condominio Franco-Británico y hoy es un Estado independiente. Para que tenga una idea, el futbolista francés Christian Karambeu es de Nueva Caledonia, cerca de Vanuatu. Yo estuve como director del Centro de Formación de los Profesores allá, enviado por Francia pero para trabajar para el Ministerio de Educación.
- ¿Cuántos idiomas?
- Hablo francés, inglés, español y bueno algo de la lengua que se habla en Vanuatu, una mezcla de inglés con dialectos melanesianos (de Melanesia, las islas del Pacífico de Oceanía). Es el idioma que se hablaba en los campos de caña (dulce) en Australia. En el siglo pasado, ellos venían a las islas a recoger hombres para trabajar en los campos de caña en el norte de Australia. Es un idioma como el creol en las Antillas Francesas. Se formó un idioma así para que los dueños no pudieran entender lo que se decía. Ahora es la lengua que hablan casi todos en esa región para comunicarse, porque en Vanuatu hay entre 150 y 200 idiomas diferentes en muchas islas. En esos lugares, donde están los católicos la educación es francesa y donde están los presbiterianos la educación es inglesa. Por eso se habla o inglés o francés. Es un territorio muy particular, como las Islas Mauricio.
- ¿Cuál es la experiencia después de convivir con culturas tan diferentes?
- Uno tiene una cierta apertura para entender y comprender y ubicarse y adaptarse, hasta para entender la cultura de uno mismo.
- ¿Los norteamericanos tienen una escuela parecida?
- Ellos tienen escuelas privadas que se desarrollan por sí mismas. Nosotros sin embargo somos apoyados por el Gobierno francés. Hay todo un trabajo, una dirección pedagógica fiscalizada por el Ministerio de Educación de Francia. El sistema es muy antiguo. Se desarrolló a la par del sistema diplomático. Es de alto nivel.
- ¿Dónde está el atractivo para los que no son franceses?
- Una atracción es la curiosidad por la cultura francesa, por el sistema educativo, por la tradición, por el lazo que une a las familias con Francia, por haber estudiado allá o por trabajar con empresas francesas. Para los que viajan mucho también es una seguridad porque los hijos pueden matricularse en cualquier país del mundo. El programa es el mismo que se imparte a los franceses en Francia. Los alumnos por supuesto tienen que hablar francés. Inclusive pueden seguir en cualquier escuela de Francia. La escolaridad es reconocida inmediatamente.
- ¿Hay una evaluación sobre el nivel que tiene?
- Lo que se puede comparar es con el nivel de las otras escuelas francesas y con el nivel en Francia. Una escuela como el Colegio Marcel Pagnol de Asunción tiene un muy buen nivel en comparación con otros colegios franceses del Mercosur, y por supuesto, con el nivel de los colegios en Francia. El nivel académico es muy bueno.
- ¿De qué depende, de los profesores, de la infraestructura?
- Por supuesto que depende del plantel de educadores. También depende del ambiente, las condiciones de trabajo de los alumnos. Todo eso hace que los resultados sean buenos. Es fundamental el interés de los padres por sus hijos. Yo creo que si escogen esta escuela eso implica tácitamente que están interesados en seguir de cerca la educación de sus hijos porque los padres necesariamente también se obligan a saber francés.
- ¿Los alumnos que egresan pueden integrarse a la universidad local?
- Pueden integrar la universidad local, claro. También tienen la oportunidad de integrar el sistema universitario francés, en Francia. Nuestro bachillerato no otorga un diploma de secundaria sino uno de primer nivel de la universidad. Es el primer diploma de la universidad. Es el nivel que llamamos Terminal, el último del colegio. Con este diploma, puede integrar directamente la universidad en Francia o también en otros países.
- ¿Cuál es el objetivo de mantener tantas escuelas en el mundo?
- El primer objetivo es el apoyo a las familias francesas que viven en el extranjero, para que sus hijos sigan manteniendo contacto con el sistema escolar francés. Pero eso no es suficiente para mantener tantas escuelas. Por eso, el segundo objetivo es desarrollar la difusión y la cultura del idioma francés recibiendo alumnos de otras nacionalidades, sean locales o no. Para todos esos alumnos, el objetivo es que tengan éxito en sus estudios superiores y que desarrollen las relaciones amistosas para el intercambio de culturas.
- Hay gente que discute cuál es mejor, la escuela francesa o la americana, hablando de eficacia...
- Cada sistema tiene sus particularidades. Yo estoy en la escuela francesa y defiendo lógicamente el sistema francés. Me parece muy bueno. Además, no conozco mucho el sistema americano. Lo que puedo hablar es de nuestro sistema, que desarrolla bastante el espíritu crítico, el análisis, la síntesis, la resolución de problemas en base a los conocimientos, la cultura general, un dominio lingüístico de las ciencias humanas o ciencias de la vida, matemática, física, el dominio de las artes. Nuestro sistema produce alumnos que salen con muchas cualidades. Enfatizamos mucho en el aspecto de los conocimientos. En el sistema académico es muy importante, más que el aspecto social, que tal vez es más desarrollado en el sistema anglosajón.
- ¿Cómo se explica que tantos gobernantes que resultaron ser después dictadores se formaron en países desarrollados, Mao Tse Tung, Khomeini de Irán, el Khmer Rouge de Camboya, los sudamericanos?
- Lo que puedo decir es que el objetivo de la escuela francesa no es formar dictadores. Al contrario, me gusta mucho más cuando se elogia la educación francesa por ser formadora y defensora de los derechos humanos. Eso me gusta mucho más.
- ¿En Paraguay, la de Asunción es la única escuela?
- En Ciudad del Este hay una colectividad francófona que tiene también su colegio, el Jules Verne, en homenaje al escritor francés. En el colegio Marcel Pagnol, los franceses representan el 40% de los alumnos.
Es una ventaja importante para los chicos compartir con compañeros de distintas nacionalidades y culturas.
- ¿Es la mejor manera de combatir la xenofobia?
- En las escuelas francesas en el mundo hay mucho menos problemas de ese tipo, que deviene de la falta de contacto y de la falta de comprensión entre culturas. La mayoría de nuestros alumnos tuvo la oportunidad de viajar. Mis hijos, de cinco y siete años, nacieron allá en Nueva Caledonia. Para ellos es normal encontrarse con niños de otros países. Pero en general, cuando uno ha viajado y compartido con otras culturas, es mucho más fácil aceptar y entender. En nuestro colegio que está en el barrio Jara (Solano López 1.139) se enseña normalmente guaraní y estudios sociales y está reconocido por el Ministerio de Educación.
- ¿Los alumnos paraguayos pueden inscribirse en ese colegio?
- Entre tres a cinco años de edad. Si hablan francés, pueden entrar a cualquier edad. Los alumnos también estudian como idiomas portugués, alemán e inglés. Tenemos un sitio de internet que tiene dos objetivos, un sitio de información y también un sitio pedagógico para la investigación y el estudio de alumnos y profesores.
- ¿Quién es Marcel Pagnol?
- Es un escritor francés muy conocido. Cada escuela francesa tiene un nombre distinto. En Argentina, en Chile, se llaman Antoine Saint Exupery, Jean Mermoz, Charles de Gaulle...