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Oración inicial
Animador: Comencemos nuestro encuentro: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sean todos bienvenidos a nuestra reunión de hoy. Nos congregamos para prepararnos para la Navidad, nuestra fiesta cristiana. Tenemos un tema muy importante para dialogar: la familia. La Iglesia nos pide que evangelicemos la familia. Pidamos al Señor que nos acompañe y nos inspire para participar activamente en este encuentro.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Padre Nuestro, que has propuesto la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que, imitando sus virtudes domésticas y unidos por los lazos del amor, lleguemos a ser luz para los demás.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Recemos juntos el Padre Nuestro y el Ave María.
Canto.
Lectura Bíblica: Juan 2, 1-12
Reflexión
La familia, "Iglesia doméstica" es una comunidad de fe, esperanza y amor. Es una comunidad donde se comparte, se ama, se trabaja, se crea esperanza, se vive la fe. La familia comparte con Dios creador la obra de procrear y educar a los hijos. Jesús optó por vivir en medio de nosotros en una familia, allí se crió y aprendió a vivir los valores humanos y cristianos.
La familia es la "Iglesia doméstica" formada por los padres e hijos, abuelos, hermanos, primos y tíos. En la familia se vive la comunión de personas, al igual que Dios Trino y se vive el amor porque por encima de todo se sabe perdonar y entregarse por el otro. Se comparten las penas (enfermedades, carencias) y las alegrías (salud, cumpleaños, trabajo), el dinero ganado para el sustento de la misma, los juegos, la vivienda, las vacaciones. Se comprenden las dificultades, limitaciones y esfuerzos; se convive dialogando, participando de la Eucaristía los domingos, en las comidas o saliendo juntos. Se aprende a rezar en los momentos alegres y en los momentos difíciles.
Llamamos a la familia Iglesia doméstica porque al igual que Jesús tiene la misión de llevar la Buena Nueva, en primer lugar a sus hijos y a sus miembros, luego a los que están en su entorno e inclusive ir más allá; por eso la familia cristiana también es misionera porque siente el deseo de transmitir el amor de Dios a otras personas. Es inquieta y dinámica cuando el Espíritu de Dios vive en la familia, porque le anima e impulsa a preocuparse por las demás familias, no se queda ni se cierra en sí misma. Es testimonio de vida con la palabra y el ejemplo.
"Familia: sé lo que eres" (JP II); una comunidad de vida y amor, una escuela de comunión, una Iglesia doméstica. La familia recibe la misión de guardar, revelar y comunicar el amor, reflejo vivo y participación real del amor de Dios hacia la humanidad y del amor de Cristo hacia la Iglesia su Esposa. Encontramos allí la comunidad de vida, el sacerdocio bautismal, la caridad, la evangelización y el culto.
La misión de la Iglesia doméstica comienza en primer lugar con el ser de la familia, con la comunión de las personas, el don de la vida y la educación de los niños, se extiende por el apostolado a otras familias o por su influencia sobre la sociedad irradiando su amor.
Muchos vacíos que se notan dentro de la familia paraguaya son debidos a la ausencia de Dios en los hogares. La Sagrada Familia es el modelo en el que deben fundarse todos los hogares de nuestro país. La estabilidad, la concordia dentro de nuestros hogares constituyen el principal mensaje al país y al mundo. Que en esta Navidad papá y mamá comprendan que, a pesar de las dificultades y problemas de la vida, lo único que salva es la armonía y la paz del hogar. Luchar por ello tendrá su premio.
Vamos a compartir
¿Por qué llamamos a la familia "Iglesia doméstica? ¿Qué valores vivimos en nuestras familias, qué debemos potencializar y qué debemos desechar? ¿Es nuestra familia "Iglesia doméstica? ¿Vale la pena la familia?
Vamos a rezar
Para que invitemos a Jesús y María a que compartan nuestro hogar, para que el vino no se acabe. Oremos.
Para que nuestras familias sean una comunidad de vida y amor, una escuela de comunión, una Iglesia doméstica. Oremos.
Para que todos los bautizados les demos el valor que se merecen las familias y luchemos por el bien de todos los hogares. Oremos.
Para que el Señor ilumine a todas las personas que se encuentran desorientadas, solas, sin familia, para que encuentren en nosotros los cristianos, el amor y el consuelo. Oremos.
Compromiso Evangélico
Interesarnos en nuestra comunidad, parroquia, barrio o compañía por los jóvenes que se encuentran desorientados, dialogar con ellos o ver qué acciones concretas se pueden realizar en vista a que puedan formar un hogar cristiano.
Promover los distintos movimientos familiares en nuestras comunidades, parroquias, barrios, compañías.
Ayudar a los jóvenes que quieran formalizar su unión, a una buena preparación al matrimonio.
Oración final
Animador: Gracias, Señor, por reunirnos y gracias por tu presencia entre nosotros. Volvemos a nuestros hogares llevando lo que hemos escuchado y hablado. Sabemos que la tarea que tenemos por delante es grande: Evangelizar la familia. Te pedimos, Señor, que nos ayudes a evangelizar nuestra familia.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Vamos a pedir al Señor que nos acompañe durante todo el año próximo. Digamos todos:
Todos: Padre misericordioso, escucha nuestras plegarias y bendice el año 2012 para que en este año no nos falte el pan de cada día y nuestras familias vivan en paz y alegría y nos comprometamos en la Evangelización de la familia.
Animador: Recemos todos juntos el Padre Nuestro y el Ave María.
Canto final.
Animador: Comencemos nuestro encuentro: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sean todos bienvenidos a nuestra reunión de hoy. Nos congregamos para prepararnos para la Navidad, nuestra fiesta cristiana. Tenemos un tema muy importante para dialogar: la familia. La Iglesia nos pide que evangelicemos la familia. Pidamos al Señor que nos acompañe y nos inspire para participar activamente en este encuentro.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Padre Nuestro, que has propuesto la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que, imitando sus virtudes domésticas y unidos por los lazos del amor, lleguemos a ser luz para los demás.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Recemos juntos el Padre Nuestro y el Ave María.
Canto.
Lectura Bíblica: Juan 2, 1-12
Reflexión
La familia, "Iglesia doméstica" es una comunidad de fe, esperanza y amor. Es una comunidad donde se comparte, se ama, se trabaja, se crea esperanza, se vive la fe. La familia comparte con Dios creador la obra de procrear y educar a los hijos. Jesús optó por vivir en medio de nosotros en una familia, allí se crió y aprendió a vivir los valores humanos y cristianos.
La familia es la "Iglesia doméstica" formada por los padres e hijos, abuelos, hermanos, primos y tíos. En la familia se vive la comunión de personas, al igual que Dios Trino y se vive el amor porque por encima de todo se sabe perdonar y entregarse por el otro. Se comparten las penas (enfermedades, carencias) y las alegrías (salud, cumpleaños, trabajo), el dinero ganado para el sustento de la misma, los juegos, la vivienda, las vacaciones. Se comprenden las dificultades, limitaciones y esfuerzos; se convive dialogando, participando de la Eucaristía los domingos, en las comidas o saliendo juntos. Se aprende a rezar en los momentos alegres y en los momentos difíciles.
Llamamos a la familia Iglesia doméstica porque al igual que Jesús tiene la misión de llevar la Buena Nueva, en primer lugar a sus hijos y a sus miembros, luego a los que están en su entorno e inclusive ir más allá; por eso la familia cristiana también es misionera porque siente el deseo de transmitir el amor de Dios a otras personas. Es inquieta y dinámica cuando el Espíritu de Dios vive en la familia, porque le anima e impulsa a preocuparse por las demás familias, no se queda ni se cierra en sí misma. Es testimonio de vida con la palabra y el ejemplo.
"Familia: sé lo que eres" (JP II); una comunidad de vida y amor, una escuela de comunión, una Iglesia doméstica. La familia recibe la misión de guardar, revelar y comunicar el amor, reflejo vivo y participación real del amor de Dios hacia la humanidad y del amor de Cristo hacia la Iglesia su Esposa. Encontramos allí la comunidad de vida, el sacerdocio bautismal, la caridad, la evangelización y el culto.
La misión de la Iglesia doméstica comienza en primer lugar con el ser de la familia, con la comunión de las personas, el don de la vida y la educación de los niños, se extiende por el apostolado a otras familias o por su influencia sobre la sociedad irradiando su amor.
Muchos vacíos que se notan dentro de la familia paraguaya son debidos a la ausencia de Dios en los hogares. La Sagrada Familia es el modelo en el que deben fundarse todos los hogares de nuestro país. La estabilidad, la concordia dentro de nuestros hogares constituyen el principal mensaje al país y al mundo. Que en esta Navidad papá y mamá comprendan que, a pesar de las dificultades y problemas de la vida, lo único que salva es la armonía y la paz del hogar. Luchar por ello tendrá su premio.
Vamos a compartir
¿Por qué llamamos a la familia "Iglesia doméstica? ¿Qué valores vivimos en nuestras familias, qué debemos potencializar y qué debemos desechar? ¿Es nuestra familia "Iglesia doméstica? ¿Vale la pena la familia?
Vamos a rezar
Para que invitemos a Jesús y María a que compartan nuestro hogar, para que el vino no se acabe. Oremos.
Para que nuestras familias sean una comunidad de vida y amor, una escuela de comunión, una Iglesia doméstica. Oremos.
Para que todos los bautizados les demos el valor que se merecen las familias y luchemos por el bien de todos los hogares. Oremos.
Para que el Señor ilumine a todas las personas que se encuentran desorientadas, solas, sin familia, para que encuentren en nosotros los cristianos, el amor y el consuelo. Oremos.
Compromiso Evangélico
Interesarnos en nuestra comunidad, parroquia, barrio o compañía por los jóvenes que se encuentran desorientados, dialogar con ellos o ver qué acciones concretas se pueden realizar en vista a que puedan formar un hogar cristiano.
Promover los distintos movimientos familiares en nuestras comunidades, parroquias, barrios, compañías.
Ayudar a los jóvenes que quieran formalizar su unión, a una buena preparación al matrimonio.
Oración final
Animador: Gracias, Señor, por reunirnos y gracias por tu presencia entre nosotros. Volvemos a nuestros hogares llevando lo que hemos escuchado y hablado. Sabemos que la tarea que tenemos por delante es grande: Evangelizar la familia. Te pedimos, Señor, que nos ayudes a evangelizar nuestra familia.
Todos: Señor, danos fortaleza y valentía para evangelizar nuestra familia.
Animador: Vamos a pedir al Señor que nos acompañe durante todo el año próximo. Digamos todos:
Todos: Padre misericordioso, escucha nuestras plegarias y bendice el año 2012 para que en este año no nos falte el pan de cada día y nuestras familias vivan en paz y alegría y nos comprometamos en la Evangelización de la familia.
Animador: Recemos todos juntos el Padre Nuestro y el Ave María.
Canto final.