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Su deceso se produjo a las 23:10 del pasado martes, tras dos meses de sufrir una progresiva depresión anímica. Ángel Cándia, nacido el 1 de marzo de 1917, fue combatiente de la Guerra del Chaco a los 17 años, junto con sus hermanos y amigos. Tuvo que volver a Asunción unos días antes del 30 de junio de 1935, debido a una neumonía. Recordaba que llegó a su querida Itauguá y que cuando estuvo recuperado, la contienda ya había finalizado.
Candia fue encargado de fusiles y armas pesadas en el Chaco. “La mayoría no sabía manejar armas, todos eran jóvenes”, decía en una última entrevista.
En vida fue seguidor del club Guaraní y del Partido Liberal. Al regreso de la contienda se dedicó al fútbol, así fue directivo y jugador del Libertad de Potrero Guazú. Además fundó la capilla y la escuela Espíritu Santo de su localidad.
El pasado 29 de septiembre, don Ángel fue homenajeado por la comuna Itaugüeña en conmemoración de la victoria en la Batalla de Boquerón. Aquella vez vibró al son de la polca 18 de octubre.
El sepelio se realizó en el cementerio municipal de Itauguá, del cual participaron el intendente Miguel Meza (PLRA), el concejal Gustavo Ortiz (PLRA) e integrantes de las Fuerzas Armadas.