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Frente a los contenidos inadecuados que se difunden a través de Internet, en la Pascua Joven de la parroquia San Alfonso, propusieron utilizar las redes sociales como Facebook, para difundir la palabra de Dios.
“Este año quisimos hacer algo diferente, y atendiendo a que los jóvenes pasamos horas en el Facebook es un canal adecuado para difundir un estilo de vida acorde a las enseñanzas de la Iglesia”, sostuvo Denisse Rojas, una de las organizadoras de la Pascua Joven de San Alfonso.
En otras parroquias, la Pascua Joven estuvo animada por disertantes extranjeros invitados. Este fue el caso del Perpetuo Socorro, donde el panameño Mario Filopoulos Cornejo tuvo a su cargo las charlas, durante gran parte de la mañana de ayer.
La actividad finalizó por la noche con un fogón, esperando la llegada del Domingo de Pascua.
Combatir los vicios
“Lo que tratamos de hacerles llegar a los jóvenes participantes es la emoción por la Resurrección de Jesucristo”, sostuvo Ricardo Trinidad, joven animador de la Pascua Joven en la parroquia del Perpetuo Socorro. Asimismo, explicó que la mejor manera de que los jóvenes eviten los vicios hoy en día, es acercándose a Dios.
“La juventud paraguaya pasa por un momento difícil, que puede ser combatido con ayuda de Dios”, señaló.
Acercarse a Dios
“Los jóvenes aquí encuentran una forma distinta de pasar la Semana Santa con alegría y gozo, sin descuidar la espiritualidad que caracteriza a estos días”, explicó José Sánchez, quien desde hace cuatro años asiste a la Pascua Joven de la parroquia San Baltasar.
Agregó que la mayoría de los jóvenes acuden a la Pascua Joven buscando ampliar su círculo de amigos, pero con el correr de los días logran acercarse verdaderamente a Dios.
Obispo clama por vida nueva sin mentiras
Liberarse de la esclavitud de la mentira y de la opresión que provienen de adorar a los ídolos, de someter al hombre al poder del hombre, y pasar a una vida nueva, debe significar la resurrección de Jesús, dijo anoche el arzobispo coadjutor Mons. Edmundo Valenzuela, en la Vigilia Pascual.
El obispo presidió la misa principal en la Catedral Metropolitana, durante la cual se dio el anuncio de la resurrección de Cristo, luego de su pasión y muerte.
Mucha gente participó del acto que comenzó en el atrio del principal templo capitalino donde bendijo el fuego, del cual se encendió el cirio pascual que representa a Cristo Resucitado. Luego, los fieles ingresaron al interior de la Catedral, donde continuó la misa.
En su homilía, Valenzuela sostuvo cuántas preguntas y cuántos titubeos se habrán hecho los discípulos de Jesús, a igual que nosotros hoy, al encontrar el sepulcro vacío. “¿Qué pasó? ¿Qué querrá significar que ese joven vestido de blanco, sentado a la derecha del sepulcro anuncie a los discípulos que Jesús ha resucitado, que no hay que buscarlo ya entre los muertos? ¿Qué significa que debemos recomenzar por la Galilea?”, se preguntó.
El obispo resaltó que Dios propone liberación de la esclavitud, de la mentira y de la opresión que provienen de adorar a los ídolos, de someter al hombre al poder del hombre. Agregó que Dios propone amor que lleva a aceptar ser amados por él, que hace su alianza de fidelidad con su pueblo. Agregó que Jesús resucitó. Esta afirmación es tan enorme que exige razones y muy convincentes. “La resurrección del Señor es la clave para comprender la historia humana.
“Tenemos un futuro inesperado. El hombre está llamado a vivir un nuevo tipo de humanidad inaugurado por Cristo, que es fruto de la nueva creación”, indicó.
En otro momento, destacó que su resurrección ha consistido en romper las cadenas para ir hacia un tipo de vida totalmente nuevo, a una vida que ya no está sujeta a la ley del devenir y de la muerte, sino que está más allá de eso; una vida que ha inaugurado una nueva dimensión de ser hombre. Es un salto de cualidad de la vida que abre un futuro, un tipo nuevo de vida para la humanidad.
Por otra parte, hoy a las 11:00 se celebrará la misa de resurrección en la Catedral Metropolitana. El acto será presidio por Mons. Edmundo Valenzuela.
Iglesia lamenta la inequidad reinante
El obispo castrense electo y hasta ahora responsable de San Pedro, Mons. Adalberto Martínez, denunció anoche que en nuestro país hay una “aberrante inequidad en la distribución de los bienes”. El religioso presidió la Vigilia Pascual en la catedral del segundo departamento donde asistieron centenares de personas.
En otro momento, sostuvo que hay signos de muerte en la sociedad paraguaya. El vía crucis del pueblo sufriente es la masiva migración de compatriotas, las exclusiones sociales, la creciente pobreza y miseria, las drogas y los vicios que denigran, la aberrante inequidad en el reparto y distribución de los bienes de servicios y de la tierra, los permanentes atropellos ecológicos a comunidades y asentamientos indígenas; donde los legítimos reclamos y reivindicaciones son judicializados y penados. Además denunció que hay violencia creciente con saldos fatales, robos, crímenes, estafas y la impunidad obediente a intereses espurios. Agregó que hay además miedo y la inseguridad y donde la familia sufre los embates de los desórdenes sociales y las rencillas que traen sufrimientos y muerte.
Domingo de Resurrección: Jesús ha vencido a la muerte
En la mañana del día primero de la semana, ko’êtî jave, las mujeres van rápidamente al sepulcro con perfumes para ungir un muerto, pero lo encuentran abierto y vacío de cadáver. De nuevo las protagonistas son las mujeres frente a la inacción y sentimiento de fracaso de los discípulos varones. Ellas ofrecen y siguen ofreciendo el primer testimonio de Pascua. Ellas las que por intuición, por amor abierto a Jesús, por encima de todas las cosas, por encima de la muerte seguirán amándolo y se sentirán amadas. La gran tarea de toda la Iglesia cristiana es anunciar este Evangelio (buena noticia): Jesús ha vencido a la muerte y nos ayuda a ser luchadores contra los males y la muerte y proclamar la belleza de la vida siendo buenos anunciadores de la tarea de la resurrección.
El sepulcro vacío
Uno de los datos que poderosamente llama la atención y que es dato de todos los evangelios es el testimonio de la tumba vacía de Jesús. Esta se descubre cuando las mujeres van a terminar los ritos funerarios que manda el ritual judío y que no pudieron hacer el día sábado.
La presencia de un cadáver puede dar seguridad a los amigos: es memoria tangible del muerto y un recuerdo que dura. Para eso construimos panteones sobre las tumbas o convertimos en tumbas los panteones, para mantener la memoria de nuestros muertos.
Pero Jesús no ha dejado ni siquiera un cuerpo (un cadáver). Ha resucitado.
La Resurrección de Jesús, marcada por este hecho de la tumba vacía, es un acontecimiento que desborda nuestra experiencia y nuestro lenguaje que difícilmente puede abarcarlo y explicarlo. Esto no quiere decir que no sea real; más aún, para los creyentes es el acontecimiento más real, importante y decisivo que ha sucedido en la historia de la humanidad. Y la tumba vacía de por sí tiene un gran mensaje.
Este es el momento de preguntarse si aquel silencio de Dios, en el momento de la crucifixión de Jesús, era un silencio vacío; si el Dios presentado por Jesús es un Dios indiferente al sufrimiento humano y el de su hijo.
La ejecución y muerte en cruz puso en duda todas las pretensiones de Jesús y la presentación de un Dios que ama la vida. Será que él era solo un hombre bueno y justo o simplemente un iluso totalmente equivocado muerto en cruz. Dios tenía que confirmar de alguna manera la veracidad de Jesús. Y lo hizo resucitándolo de la muerte.
Así, la tumba vacía y el anuncio de la Resurrección era la mejor noticia que podíamos recibir los hombres. Es la Resurrección de Jesús la que sostiene y da sentido a nuestra fe. Porque así se confirma todas las cosas que él nos enseñó: ponerse a favor de los débiles, proteger a los niños y mujeres maltratadas, cuestionar la imagen de Dios juez y castigador, poner la otra mejilla, abandonar los ritos antiguos.
Las mujeres y la tumba de Jesús
Las mujeres discípulas y amigas quieren ungir el cadáver de Jesús, vienen con perfumes. Las mujeres son María Magdalena, María la de Santiago y Salomé (Mc 16,1).
A la madrugada del día primero de la semana (domingo) las mujeres van a la tumba a terminar los ritos funerarios porque el día anterior nada se podía hacer porque era sábado (está prescripto por la religión que nada debe hacerse en sábado porque era el día en que Dios descansó en la creación).
Los cristianos convertiremos este primer día de la semana en el primer día de la nueva semana, el inicio de un tiempo nuevo, el día en que recordamos la Resurrección, llamado “día del Señor”: dies Domini, domingo.
Frente a una religión de pureza sacerdotal vinculada a la ley que sigue ungiendo cadáveres, venerando un muerto, perpetuando un pasado, aparece la tumba vacía de cadáver y el mensaje dado a las mujeres que él está resucitado.
Así, las mujeres que fueron al sepulcro están llamadas a alejarse del judaísmo (unción de muertos esperando la resurrección final) y proclamar un mensaje universal del resucitado (a quien no se venera en una tumba). Por eso el hecho de la tumba vacía es espectacularmente llamativo.
En el centro del mensaje de no quedarse en los ritos antiguos con respecto a las tumbas y unciones de cadáveres están las mujeres que muestran a los discípulos varones que deben dejarse de deprimir por la traición y el abandono a Jesús.
Por eso deben volver a Galilea, no quedarse en la tumba de Jerusalén. Así están llamadas a superar las leyes de pureza del judaísmo ritual, empeñado en embalsamar cadáveres. Ahora hay que aprender a reconocer a Jesús resucitado en lo cotidiano y a anunciarlo: “vuelvan a Galilea y allí lo verán”.
Son las mujeres que invitan a los varones a recomenzar desde Galilea. Volver a la primera escuela del maestro.
En la trasmisión del Evangelio, hecha básicamente por varones, aparecen estas mujeres no dependiendo de Pedro y de los Doce, sino que emergen como cristianas autónomas y, todavía más, como creadoras primeras de la iglesia anunciando la Resurrección.
Cristianos creemos en nuestra propia resurrección
Nuestro Dios NO es un Dios de muertos sino de vivos. Dios no quiere la muerte sino la vida de sus criaturas. Al resucitar a Jesús, Dios se revela como alguien que no permitirá que una vida humana, vivida en el amor, termine en el fracaso de la muerte. Él confirmó esto resucitando a Jesús.
A partir de la Resurrección de Jesús, los cristianos comprendemos la vida humana de una manera radicalmente nueva y nos enfrentamos a la existencia con su horizonte nuevo. Porque el mal y la muerte no tienen la última palabra. Los cristianos creemos que Cristo vive en medio de nosotros resucitado y por esos creemos en nuestra propia resurrección.
Si hay resurrección, ya el sufrimiento, el dolor, la injusticia, la opresión, la muerte no tienen la última palabra. El mal ha quedado “despojado” de su fuerza absoluta.
La fe católica es una fe en un Dios que nos ayuda a combatir el mal. Creemos en un Dios resucitado que ha vencido a la muerte, por eso no podemos doblegarnos ante el mal. Podemos sentirnos culpables de ese mal si es buscado por nuestras irresponsabilidades, pero también estamos llamados a ser luchadores contra los males estructurales de la sociedad.
Las muertes, las luchas, las lágrimas continuarán, pero, si se vive con el espíritu del Resucitado, no terminarán en el fracaso. Los cristianos nos enfrentamos al mal y al sufrimiento de la vida diaria, sabiendo que Dios no quiere una vida sometida al mal.
Hablar de resurrección es estar seguro de que en la lucha contra el mal no estamos solos porque Dios combate con nosotros: Dios está a nuestro favor, no conspira contra nosotros. Y nos anuncia una victoria, adelantada por la Resurrección de Jesús. Este es el sentido de nuestra fe en la resurrección.
Aleluya, Jesús resucitó. Feliz Domingo de Resurrección.
Jóvenes al encuentro con Jesús
Niños y jóvenes de Fernando de la Mora se reencontraron con Jesús en la Semana Santa. En diferentes parroquias participaron de las actividades diseñadas especialmente para que ellos aprovechen los días santos, en contacto con su comunidad, su familia y su iglesia.
Todos los días de la Pascua joven, para entrar a la parroquia Santa Catalina de Siena, cada uno de los 350 participantes debía atravesar a gachas un túnel lleno de obstáculos, que simbolizaba las tentaciones y problemas que enfrentan en la vida. Al final, les esperaba el sepulcro de Cristo, pero también un montón de actividades, como música, baile y profundas conversaciones sobre sus problemas y posibles soluciones.
“Queremos fomentar el valor de la familia”, explica Jéssica Velázquez, la coordinadora.
En la parroquia Medalla Milagrosa, ayer fue la “Pascua Niños”. Unos 150 chicos rememoraron la pasión de Cristo.
Con juegos, concursos, cantos y un vía crucis los niños conocieron más acerca de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Reflexionaron sobre la familia y los valores en jornadas de Pascua Joven
Las tradicionales jornadas de Pascua Joven reunieron a miles de jóvenes en todo el país. Este año, el tema principal fue la familia, los compromisos y valores en la vida diaria, así como la importante misión de Jesucristo.
SAN JUAN BAUTISTA, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El lema de Pascua Joven este año fue: “Joven, con Cristo sé luz para tu familia”. En esta ciudad, fue organizada por la pastoral juvenil y la iglesia Nuestra señora de la Asunción.
La jornada de tres días se desarrolló en la Casa del Maestro de esta ciudad. Empezó el Jueves Santo y culminó ayer a las 16:00, con una evaluación sobre los temas enfocados durante el encuentro juvenil.
En las reflexiones diarias los jóvenes analizaron la necesidad de ayudar a la familia a recuperar el rol de formar a los hijos, en base a los valores cristianos y humanos.
Una de las coordinadoras, Marisel Silva de Pereira, explicó que la Iglesia Católica ofreció una oportunidad diferente a los jóvenes para reflexionar y aprender valores que tanto hace falta poner en práctica en la familia y en la sociedad.
Añadió que durante estos tres días los jóvenes fueron animados por Cristian Arzamendia y su grupo Jordán de Luque, una agrupación musical que promueve la música cristiana.
Precisó que el encuentro juvenil sirvió para que los participantes pudieran asumir compromiso con sus respectivas familias y ayudar a sus padres para que el hogar sea una pequeña iglesia doméstica, donde se aprenda a amar Cristo, a orar y poner en práctica los valores cristianos.
Varios de los participantes comentaron la importancia de las charlas para comprender más a los adultos en la vida diaria.
La actividad culminó ayer a las 20:00 con la misa de resurrección.
Jóvenes luqueños dan importancia a los lazos
LUQUE (María Teresa Blanco, corresponsal). Jóvenes luqueños reflexionan sobre la importancia de la familia y los valores evangélicos y humanos durante las jornadas de Pascua Joven realizadas en las 47 capillas que forman parte del Santuario Nuestra Señora del Rosario. La actividad Juvenil continúa hoy con una santa misa en el santuario Nuestra Señora del Rosario seguido de un concierto de música cristiana en el polideportivo del Colegio Santa Teresita.
El lema de la Pascua Joven fue “En Cristo somos luz para nuestras familias”, y la organización estuvo a cargo de la Pastoral Juvenil y el Santuario Nuestra Señora del Rosario que realiza hace cuatro años la modalidad de Pascua Niños para los chicos de 6 a 11 años y la Pascua Ado, para los adolescentes de 12 a 14 años, de las cuales participaron unos 120 niños y 300 adolescentes.
Concierto y despedida
LIMPIO (Juan Jara, corresponsal). Alrededor 400 jóvenes participaron este año de la Pascua Joven realizada en el Colegio Nacional San José de esta localidad.
La Pascua Joven de Limpio culmina hoy con un concierto cristiano, a las 09:00, en la Parroquia San José. Entre los grupos invitados figuran grupo Amor, Jazz, Agua Viva y Daniel. Una masiva aceptación se pudo percibir en la actividad que cada año aumenta su convocatoria.