Estar con los pobres y excluidos, piden al nuevo obispo de San Pedro

Estar con los pobres y excluidos “porque esa es la misión de la Iglesia”, pidió ayer el obispo castrense Mons. Adalberto Martínez al canadiense Mons. Pedro Jubinville, durante la ceremonia en la que se realizó su consagración episcopal. El nuevo pastor prometió acompañar las necesidades de su jurisdicción eclesiástica.

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Durante una ceremonia en la Catedral de San Pedro fue ordenado ayer obispo del segundo departamento, Mons. Pedro Jubinville. El acto estuvo presidido por Mons. Martínez y concelebrado por el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Mons. Claudio Giménez y el obispo emérito de Ciudad del Este, Mons. Oscar Páez, quien fue primer obispo de esta jurisdicción.

Al acto asistieron otros obispos y el nuncio de Su Santidad, Mons. Eliseo Antonio Ariotti; sacerdotes del clero sampedrano, miembros de la Congregación del Espíritu Santo a la que pertenece y familiares del consagrado.

En la misa, el religioso fue presentado para ser ordenado y una vez leída la bula papal se procedió a los actos propios de la consagración.

En la homilía, el obispo consagrante, Mons. Martínez, recordó a Mons. Jubinville que el campo de la misión en San Pedro es grande, como grandes son todavía las inequidades y desigualdades sociales, que claman seguir luchando por la justicia, la protección, la dignidad, la asistencia y promoción humana de sus habitantes, de las familias, de los niños y jóvenes; grandes son los desafíos del ecosistema ante las amenazas de los desmontes que claman políticas claras y efectivas del Estado, de protección del medio ambiente, de la tierra, los ríos, bosques y de las personas.

Sostuvo además que grandes son las presiones en algunas regiones del departamento y que por inseguridad y miedo, muchos se ven obligados a dejar el terruño en búsqueda de mejores horizontes de vida y oportunidades, educación y trabajo digno.

También mencionó las grandes presiones de los potentes inversionistas que sin visión ni intenciones de responsabilidad social, guiados más bien por intereses personales o empresariales, arrinconan a sus vecinos a la indigencia y desarraigan a los pequeños agricultores o ganaderos hacia la periferia de la pobreza o fuera del departamento.

Martínez recomendó a Jubinville, que ante estos desafíos sociales trabaje con el Gobierno central, municipal y departamental en la aplicación de políticas firmes para el desarrollo rural y urbano, para mejorar y asegurar la vida digna y pacífica de sus habitantes.

El obispo castrense recordó que el desafío de la Iglesia es estar del lado de los pobres y excluidos, de aquellos que requieren el “amparo y el refugio” de la Iglesia.

“También ante el hambre del pan espiritual existente, la Iglesia debe a manos llenas ser mensajera del Evangelio, para saciar este hambre espiritual y convocar a todas las fuerzas vivas, a todos los actores sociales y religiosos del Departamento”, indicó.

Martínez propuso a Jubinville seguir con la Coordinación Multisectorial Sampedrana que cuando fue obispo de San Pedro inició con distintos sectores.

Al término de la misa, el religioso se dirigió a los feligreses y recibió el saludo de su nueva grey.

avelazquez@abc.com.py

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