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El Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) clausuró el martes cuatro facultades de Medicina, de las universidades Tres Fronteras, María Auxiliadora y Autónoma San Sebastián. Las mismas dejaron en el limbo a los estudiantes de buena fe. También se cerró la carrera de Ciencias Médicas de la Universidad Hispano-Guaraní. Pero, esta no estaba funcionando. Solo existía en los papeles. Por tanto, no dejó alumnos afectados.
Pedro Vera, director general de Universidades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), recomendó a los universitarios perjudicados que recurran al protocolo (resolución Nº 8758 del Cones) que establece los requisitos para la reubicación de estudiantes estafados de manera a reinsertarse a otra casa de estudios y regularizar su situación académica. Sin embargo, los estafados por las universidades “garajes” aseguran que dicho mecanismo nunca funcionó.
Sandra Benítez, Antonia Ayala y Adela González fueron estudiantes del Instituto Superior Santa Librada (que fue clausurado en el 2015 por el Cones). Denunciaron ante nuestro diario que las instituciones no les abren las puertas, en algunos casos, y que en otros, les ofrecen un “trato” para realizar un “blanqueo”.
Contaron que ese acuerdo que se les ofrece consiste en abonar G. 10 millones para “blanquearlos”, es decir, para que puedan proseguir con sus estudios sin someterse a los test evaluativos previos, denunciaron.
“Es una locura, nos siguen estafando. Deambulamos por todas las facultades y juegan con nosotros y con nuestras ganas de tener un título. Nos piden más y más dinero y ya no sabemos de dónde quitar porque somos muy pobres y muchos venimos del interior del país. Creo que no nos deberían tratar de esta forma porque somos el futuro del país, queremos estudiar para ser alguien en la vida”, dijo Sandra, visiblemente afectada.
“El sistema de reinserción del MEC y del Cones es un fracaso. Perdés todo. Dinero, tiempo y años de vida”, enfatizó Adela.
Lo concreto es que, según denuncian los estafados, nunca más pudieron retomar sus estudios, ya sea por falta de facultad que los admita o de dinero.