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El alboroto, las risas y cantos de los escolares parecen que fueron remplazados por el croar de las ranas y sapos en la escuela Santa Rosa de Lima. Estos animales anfibios eran ayer los únicos que se encontraban copando la institución educativa. Tras las lluvias de estos días, los estudiantes pierden clases, ya que las aguas toman casi toda la calle de acceso sobre 39 proyectadas y Tacuary.
Isabel Blanco, directora de la escuela, contó las penurias que tanto docentes como estudiantes deben pasar en días de lluvia. “En canoa se debe ingresar en esta calle. Toda la correntada de Asunción viene a parar acá. Varias veces ya reclamamos a la Municipalidad, pero no nos hacen caso. No se imaginan cómo afecta a los chicos perder clases. En cada lluvia nos quedamos atrapados acá. El MEC ya colocó tres motores de agua en el patio trasero de la escuela para desagotar el agua, pero no abastece”, contó angustiada la directora.
Las condiciones no solo son propicias para los anfibios, sino también es potencial criadero de mosquitos vectores del dengue.
Hay pupitres rotos, al igual que algunos vidrios de las ventanas y hasta la propia bandera paraguaya. Las paredes están consumidas por la humedad y las pinturas están peladas. Los techos tienen goteras. Para acceder al baño hay que sortear una “minilaguna”.
Esta escuela cuenta con 82 alumnos del nivel inicial al sexto grado y tiene un plantel de siete docentes. Cuenta con almuerzo escolar proveído por el MEC, a través de la empresa Comepar.