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Lo que ayer por la tarde debía ser, en el Seminario Metropolitano, la rendición de cuentas del Ejecutivo en torno a su tarea dedicada a la infancia, luego del encuentro de niños y adolescentes organizados del país, concluyó con un escrache y abucheo al presidente Horacio Cartes.
El enojo del auditorio se hizo sentir. En un primer momento el Mandatario no dirigió palabras, hasta que, exigido por el gran auditorio, saludó, admitió falencias, remarcó su esfuerzo y prometió su compromiso.
“Si faltan cosas, no habría ni estos eventos, pero lo que quiero que estén seguros cada uno es que madrugamos y trasnochamos procurando honrar a cada uno”, afirmó.
“¿Decirles que estamos satisfechos? De ninguna manera. Pero que estamos tranquilos como seres humanos, comprometidos con lo que asumimos”, siguió.
“Aquí nos tienen, y les vuelvo a reiterar, en nombre mío y de todos los compañeros de trabajo, estamos haciendo con mucha determinación, con mucho amor y con mucho cariño. Les quiero mucho, y que Dios bendiga a cada uno de ustedes”.
En el escenario, eran 10 chicos, miembros de organizaciones nacionales, quienes no pudieron presentarle a él verbalmente sus análisis; sí luego a otras autoridades nacionales.
Llorando y visiblemente crispado, un joven de Arroyos y Esteros expresó su indignación, pues ilusionado aguardó pedirle a Cartes su compromiso palpable al campesinado, dado que su familia se dedica a dicho rubro. Otro adolescente manifestó abrumado que uno de los guardias del Presidente le increpó, diciéndole “salí de acá nde puto”, pese a que él solo quería solicitarle que los niños sean más escuchados, cuidados y protegidos. (Los nombres y apellidos de ambos son omitidos por tratarse de menores de edad en estado de vulneración). Lo consideraron “cobarde”.
Finalmente, al retirarse raudamente del Seminario Metropolitano, Cartes recibió nuevamente un escrache, esta vez por parte de una movilización ciudadana, de unas 50 personas, contra la inacción del Estado ante el abuso sexual hacia niños y adolescentes, organizada por Amnistía Internacional, el Movimiento contra la violencia sexual hacia niños y adolescentes, y Cladem Paraguay.
Detalló su vocera, Norma Benítez, una de las interrogantes: ¿Qué hace el Estado para proteger y garantizar una vida digna a las niñas abusadas y embarazadas en Paraguay?