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Monseñor Martínez acompañó al arzobispo Edmundo Valenzuela a San Ignacio, donde pudo valorar el trabajo del artista Koki Ruiz.
El obispo castrense dijo que el retablo adornado con espigas de maíz, coco natural, calabaza y frutas del campo es un condensado de historia, arte y el sentir religioso paraguayo.
“Es el espíritu paraguayo para expresar nuestro sentimiento hacia el papa Francisco”, remarcó el obispo.
Valoró el trabajo de la gente, la colaboración de todos los sectores en armar el retablo, la unidad y la convergencia en la misma fe, en la misma esperanza y caridad.
El obispo dijo que hay un entusiasmo muy grande porque Francisco es latinoamericano, “y lo sentimos muy cercano a nosotros”.