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En cuanto a la falta de ayuda de parte del Comueda, que muchos afectados esgrimen en los refugios, la directora de la dependencia municipal respondió: “Mienten, mienten, porque se les provee todo. Además, la responsabilidad es compartida. Nosotros como institución les damos algunos materiales y sus líderes sociales deben hacer autogestión para conseguir más ayuda. Muchos de los líderes de organizaciones son solo instigadores sociales y esta gente pobre, necesitada y analfabeta, es fácil de manipular”.
“Además, Comueda no puede resolver el grave problema social de la pobreza. El 80% de las personas que trasladamos a los refugios, como los del Bañado Sur, son fruto de la migración interna, la mayoría es del departamento de San Pedro. La pobreza no es emergencia”, resaltó la doctora López, quien también añadió: “La gente que sigue en el agua es porque no quiso salir. Aducen que se les va a robar todo y que por eso no quieren alejarse de sus viviendas. Entonces, de la inseguridad no tiene la culpa ni la SEN y menos nosotros (el Comueda)”.
En otro momento se le consultó por qué varios refugios cuentan con tan pocos baños portátiles, a lo que la directora respondió: “Quiero llevarles el baño alquilado (cuyo arrendamiento cuesta unos G. 450.000 por día), pero con cuatro personas en el campamento no se justifica. Ahora que están cerca de 15 ya les llevamos”.
Según nuestra entrevistada, lo presupuestado a nivel municipal, para los casos de emergencia de este año, es de unos G. 1.500 millones.
Hasta ahora, Comueda ya asistió a 1.210 familias, y según datos de la Dirección Nacional de Meteorología, las aguas permanecen en 5,24 metros. El nivel del río bajó entre el jueves y ayer unos 4 centímetros.
Distribución razonable
“No les llegará la cantidad de materiales que ellos (los damnificados) estiman, porque nosotros los distribuimos de manera más racional”, señaló el ministro de la SEN, Rafael Valdez, al responder por qué los afectados se quejan de falta de ayuda. Unas 1.930 familias ya fueron asistidas en Asunción por parte de la Secretaría, según la planilla institucional, y ya gastaron alrededor de G. 1.200 millones en kits de alimentos, frazadas, colchones y chapas.