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Bronceada, Débora (25) llegó vestida de short y remera al encuentro. Es su forma habitual de andar, “aunque los fines de semana me gusta vestirme más femenina”, aclara con una sonrisa. Nacida en Posadas (Misiones, Argentina), vive en nuestro país hace casi 2 décadas. Fascinada por una profesora maratonista, a los 13 años se adentró en el mundo del deporte, principalmente los acuáticos. A los 20, segura de su camino, se recibió de profesora de Educación física; dos años después se convertía en licenciada en Ciencias del Deporte (Universidad Sudamericana). En hidrogym fue formada por la pionera profesora Rossana Acevedo, y ya lleva 5 años específicamente en este campo. Como emprendedora, acaba de lanzar Cosmo Fitness, su firma on line para organización de eventos deportivos, capacitaciones, talleres, congresos de deporte y salud.
Gym diferente y efectiva
Creando un ambiente “de vacaciones”, la hidrogimnasia mejora notablemente la calidad de vida de las personas con problemas de movilidad. Antiguamente surgió como una terapia para volver a mover con delicadeza, músculos, tendones y articulaciones, pero con el tiempo fue volviéndose más accesible e incluyente. Débora explica: “En Paraguay muchos relacionan esta gimnasia con las personas ancianas o enfermas, sin embargo, puede tomar clases cualquiera que desee conocer otro tipo de entrenamiento para mantenerse saludable física y mentalmente”. La especialidad es ideal para personas de la tercera edad y también las obesas o que sufren algún problema de movilidad, “La mayoría de mis alumnos tienen hernia de disco o los nervios pinzados, no podían caminar, o tienen artrosis u osteoporosis. En el agua el impacto desaparece y así pueden saltar, hacer abdominales, fortalecer piernas, brazos, la verdad es que mis alumnos están felices”. No sin orgullo, Débora cuenta que su alumna de más edad tiene 84 años. “Ella está conmigo hace varias temporadas, cuando llegó no podía caminar, hoy camina cuadras. No bajó de peso, pero incluso anda en bicicleta –a las personas mayores les cuesta hacer dieta, lo que priorizan es calmar sus dolores–. Ella comenzó a sentir los resultados después de un año de ejercicios, fue constante, porque algunos se entregan pronto. Hoy asegura que deja todo, menos su gym”. Acertadamente subraya la profesional: “una persona mayor al recuperar su movilidad recupera su independencia; es lindo poder hacer tus cosas nuevamente, levantarte, asearte, cocinarte, todo eso restaura la autoestima”. Las clases duran de 45 a 50 minutos, con los primeros 30 de ejercicios cardio, descanso y luego localizada.
Proyectos en marcha
Arrancando con el trabajo de su firma, Débora organizó un taller que abarcó lo teórico, dado por la profesora Acevedo: un poco de historia de la hidrogimnasia, definición de gimnasia acuática, particularidades del medio acuático, beneficios de la hidrogimnasia, conducción de una clase, grupos especiales (tercera edad, obesidad, seguridad en el agua). Mientras que de la parte práctica se ve cómo hacer coreografías y ejercicios con accesorios. “Nuestro objetivo es formar más instructores certificados –apunta Débora Bogado–. Cada vez hay más demanda de profesores a domicilio, y los que estamos no damos abasto”. Cuando se trata de salud, aconseja nuestra entrevistada, siempre hay que buscar personal serio o se pagarán las consecuencias. Activa como toda deportista (además baila salsa los fines de semana), Débora planifica más cursos y talleres. “A nivel de primicia, te cuento que el próximo mes voy a lanzar un curso para gimnasia laboral, es decir una tanda de ejercicios sin sudar, enfocados en elongar y estirar que benefician no solo el rendimiento de producción, sino la salud en general de los que trabajan en oficinas”.
Proyectos y sueños “made in Paraguay” en marcha. “En mi trabajo me inspira mi frase de vida, que convertí en mi eslogan: Transformar energía, desarrollar potencial”, finaliza.
lperalta@abc.com.py