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A la capital ingresan unos 300.000 vehículos y hasta la fecha solo se ha controlado a 2.400. En toda la ciudad solo hay tres policías ambientales.
Caminar por Asunción es exponerse a tragar el humo negro que emiten las unidades del transporte público en las narices de las autoridades que están más ocupadas en crear un eslogan, “Capital verde”, que en reforzar los controles para sacar de una vez por todas de circulación a los vehículos chatarra.
Es cierto que se han adquirido equipos para controlar este tipo de emisiones, pero hasta la fecha, no se ven las mejoras en las principales avenidas y en el microcentro.
Diariamente, la ciudad recibe a unos 300.000 vehículos, pero hasta la fecha, recién han sido controlados unos 2.400 móviles, lo que no llega ni al uno por ciento del total.
De esta cantidad, solo 530 han sido multados y 80 pasaron a la Fiscalía del Ambiente. En la capital circulan unos 2.500 colectivos, de los cuales, se ha verificado a 691 buses y 164 fueron multados. En las Avdas. Eusebio Ayala, Artigas, la zona del Mercado 4 y en calles como Colón, por citar algunos lugares, es imposible caminar tranquilo debido al humo negro.
Falta de coordinación
Las tareas no están bien coordinadas. Hay 225 agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) pero los mismos no se dedican a multar a los que contaminan el medio ambiente porque están muy ocupados realizando barreras donde hay buena recaudación. Si las autoridades tienen como objetivo convertir a la ciudad en capital verde, deben reforzar los controles ya que en toda la ciudad solo existen tres policías ambientales, lo que resulta insuficiente.