En el país se valora poco a héroes de la patria, lamentó excombatiente

Los excombatientes bolivianos reciben mejor trato en su país, mientras que en el Paraguay se valora poco a los héroes, afirma Jacinto Mendieta Valiente (100), quien se desempeñó como chofer en la contienda contra los bolivianos para defender el Chaco paraguayo, de 1932 a 1935. También cree que a los políticos les hace falta más patriotismo para que el Paraguay progrese.

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La victoria de la Batalla de Boquerón, el 29 de setiembre de 1932, fue decisiva para ganar la guerra porque aumentó la autoconfianza en los soldados, según afirmó el veterano Jacinto Mendieta. Nacido en Lambaré el 11 de setiembre de 1916, aclaró que, por más que su cumpleaños (11 de setiembre) coincida con la fecha de fundación del Partido Colorado, él es del Partido Liberal.

Don Jacinto, como se lo conoce en su barrio Roque González de Santacruz de Lambaré, es lúcido, de carácter afable, le encanta hablar con los amigos y vecinos. Está casado hace 65 años con Nelly Valentina Fernández, de 85 años. Tiene 11 hijos, de los cuales dos ya fallecieron. Además, 60 nietos, 25 bisnietos y 11 tataranietos.

Don Mendieta contó que fue a la Guerra del Chaco como chofer con solo 15 años de edad. Al llegar a Puerto Casado los militares descubrieron que su nombre no figuraba en la lista de combatientes, por ser menor de edad. Le pidieron que regresara a su casa, pero se negó.

Añadió que a los ocho días de haber llegado a Casado se acercaron al puerto dos barcos cargados de camiones y como en la institución había pocos choferes y viendo que él sabía manejar, le entregaron un vehículo. Lo nombraron cabo 1º. Su trabajo consistía en llevar los camiones con soldados hasta el Km 145, donde eran recogidos por un tren.

Cuando enfermó de paludismo los doctores le declararon muerto. Un cocinero del casino de oficiales de apellido Conago, oriundo de Ybycuí, lo curó con remedios yuyos. Volvió a Asunción para recuperarse. Se hospedó en el Arsenal de Guerra y Marina por un mes. Cuando se recuperó volvió al Chaco, como chofer. Indicó que desde Camacho formó parte de un convoy de camiones. El comandante César Molinas le llevó a Capi’irenda, desde donde llevó heridos hasta Carandayty y de allí a Machereti, lugar donde recibió la noticia del fin del conflicto bélico, con la firma del Protocolo de Paz el 12 de junio de 1935. Sus hermanos mayores volvieron antes que él y participaron del Desfile de la Victoria, en la calle Palma de Asunción. Él siguió en el monte hasta diciembre de 1935. Al regresar fue contratado por los Arsenales de Guerra y Marina durante 6 años. Se trasladó luego a la Intendencia de Marina como mecánico hasta 1945. Durante la revolución de 1947 fue tomado preso y expulsado del Paraguay con su familia, por ser liberal. Durante 3 años trabajó en Argentina como chofer de colectivo de pasajeros. A su vuelta al Paraguay le contrataron en el Regimiento de Infantería como chofer durante 8 años. “Los excombatientes bolivianos son tratados como héroes, con respeto y dignidad en su tierra. Se les exoneran los servicios de agua y luz. Los gobernantes paraguayos valoran muy poco a los veteranos de la Guerra del Chaco. A los políticos les hace falta patriotismo para que el Paraguay progrese”, concluyó.

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