En el gen paraguayo

Nélida Soria y Pasionaria Ramos lanzaron un libro sobre plantas medicinales, con un enfoque de prevención y complemento de la medicina farmacéutica en Paraguay. Defensoras del valor curativo de la flora nativa, muestran optimismo respecto a que el presente material de investigación abra el debate a favor de la salud pública.

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Nélida es química farmacéutica y Pasionaria, Dra. en Bioquímica. Las colegas y compañeras de trabajo son las autoras de Guía para el uso de plantas medicinales en Atención Primaria de Salud-Paraguay (APS), un libro que recopila información de 50 especies, con bastante evidencia científica, para poder ser utilizadas en APS. Siguiendo la orientación de investigación herbolaria, apoyada por la Organización Mundial de la Salud, las bioquímicas refieren: “En nuestro país casi el 90% de la población emplea las hierbas medicinales con cierta asiduidad. Aproximadamente se utilizan 269 especies con fines medicinales preventivos curativos o paliativos”. Sin embargo, resaltan que este consumo no cuenta con los mecanismos de control por parte de las autoridades sanitarias y ambientales para garantizar su eficacia y seguridad.

Aprovecharon la entrevista para agradecer especialmente al Dr. Carlos Caballero y a todo el personal sanitario de la Unidad de Salud Familiar de la V Región Sanitaria Guairá.

–¿Qué las motivó a hacer este libro de medicina natural?

–P: Siendo Directora Nacional Interina de Vigilancia Sanitaria, iba con Nélida a recorrer las regiones sanitarias, y siempre conversábamos sobre lo paradójico de que tanta gente consuma hierbas en el mate y tereré, pero, existiendo tanta evidencia científica sobre muchas de ellas, no formen parte del sistema de salud. Tuve una beca de la OPS en Canadá, y recuerdo cómo en una audiencia pública discutían si incorporaban o no la acupuntura; eso me llamó la atención. Igual experiencia viví en Cuba con relación a las plantas medicinales.

–¿Cuán fiable es nuestro conocimiento popular?

–N: Sabemos muchas cosas “de oído”, pero necesitamos mejorar nuestros conocimientos.

P: Todo lo manejamos de manera empírica y por tradición oral. Pero creo que eso está cambiando porque se tiene acceso a la información por internet.

–¿Qué ocasionaría el uso indebido de plantas?

–N: Intoxicaciones, muchas veces pasan desapercibidas para los profesionales.

P: Además de intoxicación, pueden pasar muchas otras cosas. Los principios activos de las plantas interactúan con los medicamentos y/o alimentos. Acá se mezcla mucho; si tomamos las plantas con los medicamentos alopáticos o con los alimentos, puede haber sinergia o antagonismo entre ellos. Por eso se habla de la fitovigilancia, que es vigilar cuáles podrían ser las reacciones adversas de las plantas en la población.

–¿A qué atribuyen que muchos médicos desestimen o sean indiferentes a la medicina casera?

–P: Creo que el personal sanitario de nuestro país se maneja con una “doble moral” respecto a las plantas medicinales, porque, por un lado, consume, pero no se anima a recomendarlas. Se debe un poquito a tabúes y otro a desinformación. Ahora tenemos un proyecto sobre este tema financiado por Conacyt, del cual Nélida es la investigadora principal.

N: Yo pienso que hay cierto rechazo médico, porque no hay una carrera que enfatice el tema de la eficacia de las plantas.

–Durante la investigación entraron en contacto con los yuyeros; ellos sí venden y recetan infinidad de plantas.

–P: Este es un campo inagotable. Como profesionales deberíamos trabajar a lo largo de toda la cadena y llegar al ideal: “del campo a la mesa”. En primer lugar hay especies que se deben cultivar, de lo contrario se corre el riesgo de que desaparezcan. A través del cultivo también nos aseguramos de que se estén consumiendo el género y la especie correctos. Hay que trabajar con los yuyeros en la implementación de buenas prácticas agrícolas (BPA), para reducir al mínimo la contaminación química y microbiológica. Tiene que ser un trabajo conjunto entre vendedor, consumidor y personal sanitario.

–¿Cómo se sienten tras la presentación del libro?

–N: Dimos un producto nacido de nosotras mismas. Esperamos que instale el debate del uso de plantas como terapia, y que nos recuerden por mucho tiempo.

P: Particularmente, muy emocionada. Uno hace historia cuando va rompiendo paradigmas. Nos llevó más de un año y fue difícil encontrar quien lo editara; finalmente lo hizo una editora universitaria hispanoalemana.

–Si tuvieran que dejar una reflexión de salud, ¿cuál sería?

–N: Aprendimos que el uso de plantas complementa al paraguayo, está en sus genes. Esta cultura tenemos que preservar porque nos hace diferentes y únicos.

P: Debemos aprender a utilizar en los servicios de salud pública, la cultura y las costumbres de la gente humilde y sencilla. “Se adapta quien más sabe”. No es bueno que impongamos solo nuestra visión, así no llegaremos muy lejos.

Salud familiar pronta y barata

El libro lanzado por las bioquímicas está dirigido a todo público: médico, paciente y todo interesado. Se consigue por internet: www.morebooks.de

La Dra. Ramos comenta que luego de los talleres de capacitación que brindaron al personal sanitario de Guairá, este se abrió y lo transmitió a sus pacientes. “Sentimos que pusimos una semillita y que germinó”, dicen contentas.

Para Pasionaria, es un contrasentido que un producto que forma parte de nuestra historia, cultura y folclore no esté incorporado en el sistema de salud: “Hubo una experiencia en Mongolia, en un lugar donde había muchas barreras geográficas que impedían el acceso de la población a los servicios. 150.000 familias fueron proveídas de un botiquín de medicina tradicional con una guía acerca del uso de la misma. El 70% afirmó que el uso de las plantas medicinales fue eficaz. Esto tuvo un costo de 8 dólares por familia por año. Es difícil encontrar casos de especies donde se cumplan los 3 requisitos: 1) sean parte de la cultura, tradición e historia, 2) puedan ser utilizadas dentro del sistema de salud con un respaldo fuerte como el de la OMS, y 3) sean rentables, o sea, haya mercado. A nosotros nos ocurre con varias especies, por ejemplo el ka’a he’ê. Considero el tema de las plantas altamente estratégico”.

lperalta@abc.com.py

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