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Ha pasado menos de un mes en que los floridos lapachos inundaron nuestro hábitat y las redes sociales. Ahora nuevamente el paisaje asunceno se encuentra con la irrupción de pompas amarillas, tirando al oro, en las copas de frondosos, medianos o pequeños tajy.
La explicación a este comportamiento está en los constantes e intermitentes golpes de frío y calor que se sucedieron al entrar la primavera, dice el Ing. For. Germán González Salema.
La variedad que estalló en color pertenece a la especie Handroanthus ocraceus (sinónimo del pulcherrimus), que son ornamentales por excelencia.
El lapacho amarillo, así como el tempranero Handroanthus impetiginosus, (rosado), puede florecer hasta tres veces al año. Esta es la tercera floración en lo que va del 2016 para los amarillos: La primera fue entre junio y julio aunque de forma muy tímida. Luego vino una segunda más intensa, y ahora, la tercera que es opulenta.
El experto menciona que luego de esta etapa de mayor esplendor hay que prepararse para obtener plantines para la arborización: “Hay que ir contando y prepararse para recoger las semillas exactamente en un mes para su rápida siembra”, dice.
Estas semillas deben ser colectadas y sembradas cuanto antes porque rápidamente pierden su poder germinativo. Se tapan las simientes en forma superficial con hojas, arena lavada o aserrín sin que les sea muy pesado para que el plantín brote al sexto u octavo día. Además hay que mantener la humedad. ¡A ponerse las pilas y plantar tajy sa’yju!