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La solemnidad de la Virgen de los Dolores tuvo una masiva afluencia pese a las condiciones climáticas. Los fieles participaron masivamente con oraciones y cánticos de la procesión que arrancó en Obispo Maíz y Pampa Grande hasta el templo parroquial ubicado en la populosa zona del Mercado Municipal N° 4.
El cura párroco Fulvio López presidió la celebración junto con el padre Ronaldo Ocampos, miembro del Consejo Provincial Redentorista y formador de estudiantes de Teología, y el diácono Marcos Cáceres.
El mensaje central de la homilía fue María como madre, como mujer y como constructora de la familia, a través de la entrega a su hijo en el sufrimiento en la cruz. Fue un repaso de las etapas de la vida de la Virgen María y la relación de la madre como educadora de los hijos, no solo en lo académico, sino también en lo espiritual.
La fiesta patronal de la Virgen de los Dolores es toda una tradición en este sector capitalino. En 1930 los primeros pobladores del barrio Vista Alegre, hoy Silvio Pettirossi, levantaron una pequeña capilla en un amplio predio de la familia Oliva, que hoy corresponde a la actual Escuela de la Virgen de los Dolores.
Luego, en 1949 se construyó la primera capilla donde fue entronizada la imagen donada por la familia Oliva a los Padres Redentoristas.
La fiesta litúrgica ya fue introducida a nuestro país en tiempos de la Colonia, cuando algunos miembros de la tercera Orden Seglar de los Servitas vinieron acompañando a los españoles.