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Recordemos que el Paraguay tiene una historia muy marcada por el autoritarismo desde la época colonial. El machismo está muy anclado en la sociedad paraguaya ocultando la doble moral y la violencia intrafamiliar. El Lic. Ismael Gaona dice que las expresiones machistas están presentes en nuestra cultura hasta hoy.
La historiadora Ana Barreto había dicho que este fenómeno muy particular de la sociedad paraguaya, "el machismo", se da en los hombres y también en las mujeres, ya que esa creencia suprema y sublime del matrimonio a pesar de todo, cuidar del marido, de los hijos, sin cuestionamiento alguno es la regla establecida en cualquiera de los ámbitos de la clase social.
"Como investigadora creo que si se pudiese hablar de un machismo histórico, término bastante difícil ya que los estudios de la historia de las mujeres deben comprender el análisis tanto de la masculinidad reinante como de la femineidad resultante. Si hay una época en la que esto se pone de manifiesto, yo creo que es en la posguerra y a finales del siglo XIX, cuando las ideas de un modelo de cultura europeo entraron a la fuerza por medio de las páginas de los muchos periódicos que circulaban y de las costumbres adoptadas por la élite asuncena", analiza Barreto.
El Lic. Ismael Gaona, presidente de Aprevim Paraguay (Asistencia para la Prevención y Rehabilitación en Violencia Masculina), dice que los hombres siguen consolidando el machismo como gran potencial el ser supremo del "macho, eso se observa en el lenguaje como en las actitudes y no solo es visible en la vida familiar, sino que inclusive permea en los ámbitos institucionales, ya sea del Estado o en lo privado y, en los ámbitos de la administración de la justicia.
Los rasgos de la personalidad del macho paraguayo genera violencia
Ismael Gaona afirma que la conducta violenta en el varón paraguayo se ha ido consolidando y perpetuando a través del tiempo hasta hoy día por todos los factores histórico-culturales.
También debido a que todavía muchas mujeres en nuestro país no han tenido el apoyo necesario y verdadero para hacer frente efectivamente a este flagelo familiar y social.
"Siempre que consideremos que la violencia familiar es "un asunto doméstico y privado" evitaremos involucrarnos en esta problemática que sin duda alguna nos afecta a todos y todas, destruyendo el núcleo social de los pueblos".
"La prevención de la violencia intrafamiliar comienza por la educación y concienciación de todos y todas en primer lugar; luego por la "valentía" de hacer las denuncias correspondientes y buscar poner freno al ciclo de la violencia y por último, la necesidad de construir redes de intervención de la sociedad civil y del Estado para definir políticas públicas eficaces y eficientes, promocionados por los ciudadanos desde los mas altos cargos del gobierno de turno hasta las comisiones barriales", comenta Ismael Gaona.
La historiadora Ana Barreto había dicho que este fenómeno muy particular de la sociedad paraguaya, "el machismo", se da en los hombres y también en las mujeres, ya que esa creencia suprema y sublime del matrimonio a pesar de todo, cuidar del marido, de los hijos, sin cuestionamiento alguno es la regla establecida en cualquiera de los ámbitos de la clase social.
"Como investigadora creo que si se pudiese hablar de un machismo histórico, término bastante difícil ya que los estudios de la historia de las mujeres deben comprender el análisis tanto de la masculinidad reinante como de la femineidad resultante. Si hay una época en la que esto se pone de manifiesto, yo creo que es en la posguerra y a finales del siglo XIX, cuando las ideas de un modelo de cultura europeo entraron a la fuerza por medio de las páginas de los muchos periódicos que circulaban y de las costumbres adoptadas por la élite asuncena", analiza Barreto.
El Lic. Ismael Gaona, presidente de Aprevim Paraguay (Asistencia para la Prevención y Rehabilitación en Violencia Masculina), dice que los hombres siguen consolidando el machismo como gran potencial el ser supremo del "macho, eso se observa en el lenguaje como en las actitudes y no solo es visible en la vida familiar, sino que inclusive permea en los ámbitos institucionales, ya sea del Estado o en lo privado y, en los ámbitos de la administración de la justicia.
Los rasgos de la personalidad del macho paraguayo genera violencia
Ismael Gaona afirma que la conducta violenta en el varón paraguayo se ha ido consolidando y perpetuando a través del tiempo hasta hoy día por todos los factores histórico-culturales.
También debido a que todavía muchas mujeres en nuestro país no han tenido el apoyo necesario y verdadero para hacer frente efectivamente a este flagelo familiar y social.
"Siempre que consideremos que la violencia familiar es "un asunto doméstico y privado" evitaremos involucrarnos en esta problemática que sin duda alguna nos afecta a todos y todas, destruyendo el núcleo social de los pueblos".
"La prevención de la violencia intrafamiliar comienza por la educación y concienciación de todos y todas en primer lugar; luego por la "valentía" de hacer las denuncias correspondientes y buscar poner freno al ciclo de la violencia y por último, la necesidad de construir redes de intervención de la sociedad civil y del Estado para definir políticas públicas eficaces y eficientes, promocionados por los ciudadanos desde los mas altos cargos del gobierno de turno hasta las comisiones barriales", comenta Ismael Gaona.