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"El Niño" Oscilación Sur (ENOS) es un fenómeno oceánico-atmosférico que consiste en la interacción del enfriamiento y del calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical con la atmósfera circundante, explicó el Lic. Rabiolo, quien llegó de la sede central de la OMM en Ginebra para instalarse en nuestro país.
Dijo que el ENOS consta, entre otros, de dos fenómenos oceánicos principales: el calentamiento atípico de las aguas tropicales del océano Pacífico, llamado popularmente fenómeno de "El Niño" y, por otro lado, el enfriamiento atípico de las mismas aguas, fenómeno conocido como "La Niña".
Impactos del ENOS
El ENOS tiene sus efectos sobre todo el mundo. En nuestro país se presenta con lluvias abundantes, crecidas e inundaciones, en el caso de "El Niño", y con extrema sequía, en caso de "La Niña".
Actualmente estamos en una fase de "El Niño".
"Los cambios relacionados con ENOS producen grandes variaciones en el tiempo y el clima en todo el mundo. Algunas veces golpean duramente a las poblaciones humanas con sequías, inundaciones, olas de calor y otros cambios que pueden desorganizar gravemente la agricultura, la pesca, el medio ambiente, la salud, la demanda de energía y la calidad del aire", explicó Rabiolo. El experto recomienda el trabajo de prevención interinstitucional.
Calentamiento global
Rabiolo aporta algo interesante y poco debatido: el fenómeno "El Niño" no está relacionado con el agujero de la capa de ozono, calentamiento global de la atmósfera, incremento de la emisión de dióxido de carbono (CO2), tala indiscriminada de árboles, etc. Solo los grupos ecologistas extremos lo relacionan, dijo.
Argumenta que "El Niño" es un fenómeno muy antiguo, que tiene su origen y fuerza en el Océano Pacífico.
"El Océano Atlántico e Indico también presentan fenómenos semejantes, pero al no ser tan grandes como el Pacífico no resultan tan notorios", explicó.
"El Niño" es un fenómeno climático que, por sí solo, puede modificar globalmente las condiciones naturales del planeta Tierra.
"El Niño" es capaz de alterar los patrones climatológicos en la mitad de la superficie terrestre y provocar, como en el 92, severas inundaciones.
Este fue el caso de Latinoamérica, manifestó el experto.
En contrapartida, dijo, que "El Niño" ha provocado prolongadas sequías en Africa.
Lo que para nosotros es inundación, el efecto en otra parte es de sequía.
"El Niño" y "La Niña"
"Es importante señalar que cuando finaliza un evento "El Niño" no necesariamente se debe esperar que se desarrolle un episodio de "La Niña", aunque en la mayoría de las veces esta transición tiene lugar, explicó el director regional de OMM.
Típicamente, los eventos de "El Niño" ocurren más frecuentemente que los de "La Niña". Entre 1950-1998 (49 años) han ocurrido 12 eventos "El Niño" y solo 9, "La Niña".
Plan de prevención
Los efectos de los fenómenos "El Niño" y la "La Niña" no se pueden evitar, pero si se pueden mitigar los impactos.
"Se tiene que identificar los posibles efectos. Se debe construir un Plan de Prevención de Desastres tomando en cuenta los efectos secundarios como deslizamientos, inundaciones, sequías, incendios forestales", recomendó el experto.
En nuestro país existe un proceso de acción preventiva conjunta entre varias instituciones.
A criterio del directivo de la OMM, los meteorólogos deben liderar, deben estar en la mesa donde se toman las decisiones a nivel nacional en los estudios para las acciones de prevención y mitigación.
Sistema meteorológico
En nuestro país existe un Sistema Meteorológico Nacional, a cargo de la Dirección de Meteorología e Hidrología, dependiente de la Dinac.
"Los sistemas Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y los Centros Climatológicos de la región se encuentran en condiciones de monitorear este tipo de fenómenos, y en condiciones aún más favorables si logran intercambiar información básica y elaborada entre ellos", explica Rabiolo.
Al respecto se realizan de manera periódica foros climatológicos dentro de la región que permite discutir e intercambiar conocimientos.
Justamente la misión de la OMM es facilitar la cooperación mundial para crear redes de estaciones que efectúen observaciones meteorológicas e hidrológicas, y favorecer la creación y el mantenimiento de centros meteorológicos.