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Las mujeres campesinas que integran el Partido Paraguay Pyahurã recordaron ayer la conquista del Decreto 10.540, que establece la gratuidad de la salud materno- infantil, como resultado de la participación política directa de las mujeres pobres, denunciando que sigue su incumplimiento.
“Hace siete años de la conquista del decreto 10.540 que garantiza la gratuidad de la salud materno infantil a las mujeres embarazadas, pero las mujeres pobres en el campo no tienen la posibilidad de acceso a la salud materno-infantil y se mueren en el parto junto al recién nacido. “Hetaiterei kurusu’i roguereko ore róga renondépe” (muchas crucecitas tenemos enfrente de nuestras casas), comentaba Wilma Ramírez, quien recordó que a través del Partido Paraguay Pyahurã trabajaron mucho de manera que se organizaron como organización y partido, lucharon mucho, realizaron cierre de rutas, ocupaciones en las instituciones y en las plazas y gracias a eso descubrieron la falta de asistencia sanitaria hacia la maternidad y el recién nacido. De ahí la lucha fue plantear un proyecto de ley y salió el decreto 10.540.
La concentración fue en la Plaza Uruguaya donde las mujeres realizaron un conversatorio para exponer las realidades a las que se enfrentan las embarazadas. Y luego marcharon hasta el Ministerio de Salud Pública, ahí hicieron entrega de su denuncia a las autoridades y dejaron constancia a la opinión pública de lo que pasan las mujeres en el campo en cuanto a la salud materno-infantil.
“La mujer en el campo siempre estuvo discriminada por la política de Estado, porque todos los programas que salen del Ministerio se quedan en la cuestión administrativa, no llegan hasta las mujeres, no bajan en la tierra no se hacen realidad. Hace dos meses una mujer sufrió dolor de parto y tuvo que subir en una moto para ser asistida. Más de 30 kilómetros camino de tierra. Esta situación misma de pobreza, un factor preponderante, hace que la mujer opte por una parte empírica. Por ejemplo, sos productora, en un mes se llega a G. 50.000 porque no vale la producción, nos habla de trabajo doméstico, pero tampoco es una solución porque los patrones no quieren contratar a la mujer embarazada o con hijos, y nos hablan de trabajo obrero, pero cada tres meses les piden a las compañeras test de embarazo”, indicó.