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El nombre Carlos A. López definitivamente fue impuesto sobre gran parte de la antigua Sajonia. El eje del desarrollo en las primeras décadas del siglo XX ha sido sin lugar a dudas la “Avenida 15 de Mayo”, hoy avenida Carlos A. Lopez.
Y una gran cuota de responsabilidad en el progreso del paraje la tuvieron los tranvías. En 1913 se inauguran los servicios de tranvías eléctricos bajo la presidencia de Eduardo Schaerer. “El acto inaugural en sí fue de la mayor sencillez. Consistió en un viaje por todo el recorrido cumplido por el presidente Shaerer en compañía de sus hijos”, dice el libro Historia Edilicia de Asunción.
Una de las líneas beneficiadas con la electrificación obviamente era la que lleva del Puerto de Asunción hasta Puerto Sajonia. Pasaba frente al antiguo cementerio del Mangrullo clausurado en 1918 y luego convertido en parque.
Pese a que el barrio desde sus inicios ya ostentó un estadio de fútbol ha sido un barrio residencial por excelencia con algunas industrias florecientes.
El Estadio de la Liga, más conocido como Estadio de Puerto Sajonia, va muy ligado a los inicios de la Liga Paraguaya de Fútbol, fundada en 1906 en la casa de William Paats, un inmigrante aficando en el barrio y cuya casa se mantiene sobre la avenida Carlos A. López.
En 1914 todavía no tenía una sede cuando el predio fue donado por el presidente de la República, Eduardo Schaerer, a título personal. Era una propiedad de la Cervecería Nacional, perteneciente a su familia.
El primer estadio era totalmente de madera y el recinto sirvió para la nucleación de todas las tropas que iban a ser trasladadas al Chaco, menciona el Cap. (R) Jaime Grau, perito naval y estudioso de la historia. “Venían de todos los puntos del país, se concentraban y se distribuían de allí. Bajaban por Colón hasta el Puerto de Asunción porque el Puerto Sajonia se quería mantener en secreto y a salvo para armas y otros elementos”.
Esta hazaña fue la que llevó a bautizar al estadio como “Defensores del Chaco” en 1975.
Siglo XX
Aunque ya en tiempos de la Colonia uno de los caminos reales que partía de la Plaza Mayor hacia Tacumbú atravesaba por la zona del viejo Hospital Potrero, hoy Hospital Militar, y fondeaba el lado Oeste de la Loma del Mangrullo hasta su destino, el barrio se desarrolló recién a partir del 1900 en adelante.
El eje de desarrollo fue la avenida “15 de Mayo” trazada por el agrimensor público Don Ángel Battilana, según la Historia Edilicia de Asunción, y que en 1941 pasó a llamarse Carlos A. López.
Juan Manuel Prieto en su libro “La ciudad en que vivimos” afirma que cada 21 de diciembre “el sol se pone sobre el río Paraguay, directamente al final de la avenida”. Por esta razón la denomina “avenida del solsticio” y menciona que “ha sido siempre muy peculiar en muchos aspectos, no solamente por su trazado diagonal un poco transgresor en cuanto al cuadriculado de las demás calles asuncenas, sino también porque es una de las pocas arterias que conducen directamente al río”.
En su obra cuestiona el cambio de nombre del antiguo barrio y hace una férrea defensa del “sajoniense o sajoniero”, para quien “ir al Centro es como ir a otra ciudad”.
Destaca la riqueza cultural y gran identidad y sentido de pertenencia de los habitantes del barrio que tenían cines de barrio, parrilladas y todo lo necesario para no moverse de su zona.
No obstante, el nombre de Carlos A. López está omnipresente en el sector asunceno: lo ostenta el antiguo Mangrullo, que fue bautizado con el nombre del primer presidente por Ordenanza 2469 del año 1935.
El nombre del “barrio Carlos A. López” aparece en la Ordenanza 6117 de 1967 que fija como límites: Río Paraguay, calle Coronel Francisco López, Ríos Gallardo, Carlos A. López, Colón y Juan León Mallorquín. Es decir, el parque homónimo estaba incluido dentro de sus límites y todo el actual barrio Sajonia desaparecía con la normativa, y eso se confirma en publicaciones de la época.
Por Ordenanza 10.811/83 se modifican los límites que permanecen hasta hoy: Carlos A. López, Nuflo de Chaves, Juan León Mallorquín, Emigdio Barboza, Arroyo Mburicao Sur, Sebastián Gaboto y Colón. Por la misma ordenanza, se restituye el nombre de Sajonia a la media luna que rodea el Club Deportivo de Puerto Sajonia, pero eso no conforma a los sajonienses.
Fotos: Celso Ríos, Arcenio Acuña y Juan Ramón Ávila