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El doctor José Mayans, considerado un destacado profesional de la medicina de nuestro país, fue víctima de mala praxis en un sanatorio privado. Le diagnosticaron un cáncer inexistente y además le quieren cobrar una exorbitante suma de dinero por el diagnóstico fallido y una atención reprochable, según declaró a nuestro diario.
Mayans está en cama hace 10 meses por una fractura de vértebras dorsales y tres costillas, por lo cual no puede ponerse en pie ni caminar. Por ello empezó a hacer hidroterapia y fiosioterapia de mañana y tarde, hasta que tuvo un cuadro febril por el cual acudió a un sanatorio privado que formaba parte del nuevo seguro que contrató, debido a una engañosa promoción, según dio a entender.
“Tenía un seguro con 12 años de antigüedad y el promotor que me ofreció modificar ese servicio me aseguró que no iba a perder la antigüedad, sin embargo, al internarme en el sanatorio el nuevo seguro no cubría absolutamente nada, pero las irregularidades no terminaron allí”, relató. El doctor Mayans indicó que se internó un día martes y transcurridos tres días un médico urólogo se comunica con la esposa del doctor y le da la terrible noticia de que su marido tenía cáncer de próstata, e inmediatamente se le sometió a un tratamiento de quimioterapia.
“Le dijeron a mi esposa que luego de la quimioterapia se me realizaría la biopsia y que tras el resultado se debía decidir si seguir el tratamiento en el sanatorio o en el exterior. Mi señora estaba desesperada, por eso llamó a mis hijos que están en el exterior. Mi hija estaba en África y tuvo que adelantar su viaje. A mí me dieron la noticia unos días después”, refirió.
La mentira más grande
El doctor Mayans añadió que después de esto todo el mundo ya sabía que supuestamente tenía cáncer de próstata, era “vox populi”, y recién a tres días de recibir el tratamiento de quimioterapia lo chequeó un oncólogo y le dijo que no tenía absolutamente nada.
“El diagnóstico que le dieron es la mentira más grande del mundo’ me dijo el doctor y agregó que aparentemente el urólogo confundió un punto con una coma en unos valores y solo basado en eso hizo el diagnóstico, sin ninguna otra prueba. Me mintieron burdamente, y más todavía en un tema tan sensible como lo es el cáncer. Inmediatamente suspendieron la quimioterapia porque tiene sus efectos colaterales”, comentó.
Los disgustos no terminaron allí. Además del diagnóstico fallido el sanatorio le pasó una cuenta de G. 15.000.000 por cuatro días de internación, con los honorarios de cada médico que lo revisó, incluyendo al urólogo. “Soy diabético y para la cena la nutricionista aprobó que se me dé puré de papas con huevo y a pesar de ello le debo pagar cerca de G. 1.000.000, por ir a verme”, refirió.
Lo más grave, según el doctor Mayans, es la desesperación que sufrió su esposa, que estaba sola cuando le dieron la noticia. “No tienen en cuenta los sentimientos de familiares, ni pacientes. Para dar un diagnóstico se deben realizar más pruebas pero en este caso parece que lo económico primó más que cualquier otra ética”, criticó.
El doctor Mayans está tomando acciones legales para ver la mejor forma de resarcir este daño que cometieron en contra de él y de su familia y, principalmente, “para darles un escarmiento y que no vuelva a suceder”, dijo.
En Medicina existe un pacto por el cual no se le cobra a un colega que pide una consulta. Sin embargo, ese pacto ya se esfumó y solo los médicos de la antigua escuela lo respetan. Sobre el punto el doctor Mayans añadió que hoy los doctores se esconden para no atender a un colega sin cobrar. “Estoy decepcionado de la formación de los médicos donde su ética termina a cuatro dedos del bolsillo. Pero sé que existen buenos profesionales; lo reprochable es la liviandad, y la falta de compromiso de los médicos con sus pacientes”, puntualizó.