Ecosistema del lago es modificado por las algas

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Las algas cianobacterias tóxicas están modificando el ecosistema del lago Ypacaraí. Hay una infestación de una especie de mosquitas en toda la ribera. También las playas se inundan de sanguijuelas, que al igual que las algas son peligrosas para la salud. Hay, además, caracoles y otros crustáceos muertos.

AREGUÁ (Walberto Caballero y Virgilio Vera, enviados especiales) Una especie de mosquitas están invadiendo toda la ribera del lago Ypacaraí, como consecuencia de la infestación de algas, de las cuales se alimentan.

Estas mosquitas dejan sus huevos sobre las algas y las larvas quedan en la orilla. Son miles y “atacan” todo lo que se mueve. Entran en los ojos, boca y nariz de las personas.

Los canoeros de Areguá, quienes llevan años en el sitio, coincidieron en manifestar que es la primera vez que se registra una “invasión” de estas mosquitas.

Técnicos del Centro Multidisciplinario de Investigación Tecnológica (Cemit) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) recogieron algunas de ellas para analizarlas.

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También en las playas aparecen caracoles y otros crustáceos muertos, como consecuencia del predominio de las cianobacterias.

De los peces que abundaban en el lago casi nada queda. Los pescadores tienen amarradas sus canoas, a la espera de mejores tiempos para la pesca.

El lago queda casi sin agua básica como tal: contiene 70% de materia sólida (porcentaje que incluyen las algas). Solo el 30% es agua.

Cuidado, sanguijuelas

La playa de San Bernardino está infestada, también, de sanguijuelas y gusanos (ysope). Además, en el agua hay abundantes sanguijuelas, que aumentan en cantidad al igual que las algas.

Las sanguijuelas se pegan a la piel y chupan la sangre. Son peligrosas porque pueden transmitir el virus del SIDA y hepatitis B, conforme con la bibliografía existente sobre estas.

Hay especies de sanguijuelas que muerden y una vez que lo hacen, quedan allí hasta que se llenan de sangre. Es casi imposible sacarlas, y tampoco es recomendable, ya que inyectan un anticoagulante que hace que la herida sangre más de lo normal. Si no se las retira con cuidado pueden infectar la herida.

Tanto la aparición de las mosquitas como la de sanguijuelas tiene directa relación con las cianobacterias y la contaminación del lago, que lleva más de 30 años de acumulación.