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El motivo que llevó a la empresa a donar este pabellón es el gran trabajo vocacional que realiza el Mons. Rogelio Livieres Plano. La misma considera que el hombre debe estar en el centro y no pensar solo en la ganancia.
Carlo Sama, presidente de Agropeco, explicó que habló con los hermanos Ferruzzi, que son los otros accionistas, y decidieron invertir en la formación de los sacerdotes. “Con Mons. Livieres Plano trabajamos en la canonización de San José María Escrivá y luego me enteré del trabajo que realiza en la formación sacerdotal. Una vez me comentó, visité el lugar y almorcé con los seminaristas. Vi a más de 130 chicos alegres con su vocación. Este año, la cosecha fue buena y se decidió ayudarlos. Por eso, la empresa terminó la construcción del pabellón, que dará más comodidad a los seminaristas”, apuntó.
Con estas mejoras, los futuros sacerdotes tendrán una habitación mejor, así como más baños y aulas.
Esta empresa también trabaja con los indígenas aché, a quienes ha donado una propiedad de 500 hectáreas por ser los originarios del lugar. Este año, firmaron con ellos un contrato para que sean los custodios de un monte de más de 6.000 hectáreas, en Santa Rita. Estos nativos también se sumarán a la fiesta que habrá mañana en el seminario mayor San José, que se encuentra en el kilómetro 11,5 de la Ruta VII, antes de llegar a Ciudad del Este.
Según el empresario, la terminación del pabellón demandó más de 100.000 dólares. Sama agregó que otros proveedores también colaboraron en las mejoras, y cree que con este tipo de gesto se pueden hacer otras obras.
Sama se mostró sorprendido por la explosión vocacional que ha logrado el obispo e indicó que los más de 130 seminaristas que tiene la diócesis representan una experiencia única en el mundo. Agregó que ni en Europa hoy se puede juntar 130 seminaristas.
De acuerdo al programa la misa para la inauguración comenzará a las 11:30.