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“No tenían un vehículo para quitar a estos abuelitos del agua”, contó.
“Llamé al Comueda y también a la SEN. Me dijeron que no trabajan los domingos. Esto no puede ser. Si no son capaces de hacer su trabajo, pues ¡que renuncien!”, exclamó airada e indignada.
Planteó que los funcionarios de Comueda que no quieran trabajar los domingos vayan a la ANR, si quieren percibir un salario sin esforzarse. “Que no nos envíen más gente que no quiere trabajar”, acotó.
Luego hizo notar la gran indiferencia existente sobre la situación de los bañadenses inundados, incluso entre los propios vecinos del sector.
“Cuando venía de la casa de los abuelitos, me encontré a unos hombres que estaban tomando (cerveza) y timbeando. ¡Una barbaridad! Les recriminé, pero no les importó. Por eso hago un llamado a la Policía Nacional, para que patrulle más esta zona”, manifestó.
Tanto Nidia López, directora de Comueda, como Aldo Zaldívar, director de Operaciones de la SEN, negaron las acusaciones de doña Sara y aseveraron que no hay un solo día que no estén colaborando con los damnificados de los Bañados.