Doña Clara, eminencia de la gastronomía

Físicamente ya no estará con nosotros doña Clara Benza de Garófalo -la querida “Doña Chuta”- pero quedan sus deliciosas y originales recetas, sus enseñanzas y mensajes, llenos de amor, y los valores familiares.El sepelio es hoy a las 9:00 en el cementerio de La Recoleta.

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Hoy, a las 9:00, será el sepelio de doña Clara Benza de Garófalo en el cementerio de La Recoleta. Ella falleció ayer a la madrugada, a causa del dengue clásico, luego de haber estado internada desde el miércoles 31 de enero en el sanatorio San Roque. Partió cuatro días antes de cumplir 88 años, con el rostro sereno y tranquilo, definió su nieta Clarita Sosa. Sarita Garófalo, su única hija, comentó que sus últimas palabras fueron de aliento a la familia y dejó encargados múltiples detalles.

Cuando charló con Clarita en el sanatorio, “Doña Chuta” le dijo que no se entristeciera, que se trataba de algo natural que pasaba en la vida. Que las personas se enferman.

Sarita añadió que el dengue no da tregua, menos aún a las personas de avanzada edad. Pareciera que sólo es peligroso el dengue hemorrágico, pero mientras tanto el clásico ataca con muchas fuerzas también, sobre todo a los adultos mayores, resaltó.

Pionera en el ámbito gastronómico en nuestro país, doña Clara siempre fue una persona muy agradable, activa y carismática. Infundió siempre los mejores valores a su hija, nietos y bisnietos.

Nació un 13 de febrero de 1919, tuvo 9 hermanos, se casó con Salvador Garófalo -italiano, abogado y diplomático- el 23 de noviembre de 1947, fecha en que unos años después inició sus clases de gastronomía. Tuvo una hija, Sarita Garófalo, y cinco nietos: Gabriel, Jazmín, María Clara (Clarita), Sara y Giovanni.

Siendo devota de María Auxiliadora, empezó a enseñar gastronomía en la iglesia María Auxiliadora, a beneficio de obras sociales, donde en ese entonces era párroco el después monseñor Ismael Rolón, quien la encaminó a continuar en la enseñanza de la gastronomía, no sólo como una tarea social sino además como un trabajo. Son inagotables las experiencias de vida de doña Clara, una eminente persona en todos los sentidos, que siempre dio el toque humano a cada una de sus acciones, buscando brindar mensajes llenos de amor, buenos valores y ejemplos, especialmente para toda la familia paraguaya, en las incontables clases de cocina que dio en todos los rincones del país. El diario ABC Color expresa sus más sentidas condolencias ante el fallecimiento de la querida doña Clara, gran colaboradora y amiga de este matutino, a sus familiares y seres queridos.
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