Discotecas de Asunción, ¿una bomba de tiempo?

De acuerdo con las normas municipales de seguridad para la prevención contra incendios, en los centros nocturnos, especialmente discotecas, la capacidad debe ser calculada en ¡1,5 metros cuadrados por persona! El sistema de evacuación tiene que estar muy bien señalizado y las puertas de emergencia abiertas desde adentro. Se deben reducir los materiales inflamables y los matafuegos colocados cada 10 a 15 metros, al igual que mangueras hidrantes. En un recorrido realizado en la noche del sábado y la madrugada del domingo, periodistas de este diario constataron que las discos de Asunción no tienen limitaciones en cuanto a cantidad de gente admitida y tampoco reúnen todos los requisitos exigidos.

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Luego del incendio del supermercado Ycuá Bolaños -con un saldo de casi 400 muertos- el 1 de agosto del 2004 y el siniestro de la discoteca República de Cromagnon en Buenos Aires, el pasado 30 de diciembre, con un resultado de casi 200 muertos, quizás ningún adulto, en su sano juicio, ingresa hoy día a un local sin mirar dónde se encuentran las salidas de emergencia, por las dudas. ¿Los jóvenes harán lo mismo?

Cada fin de semana, en la mayoría de los locales bailables de Asunción no hay lugar para poner un solo pie. La pista está repleta de gente y hay que abrirse paso para caminar entre tanto público. Una de las discotecas donde más gente se concentró el sábado último fue en la discoteca Santo, en Villa Morra. En Coyote (Sucre casi San Martín) tampoco había espacio puesto que estaba de aniversario. Los organizadores tomaron la precaución de contratar un carro de bomberos que se mantuvo frente al local toda la noche.
El Gran Caimán, ubicado sobre la Avda. Madame Lynch, es uno de los locales más grandes de Asunción, por tanto, la afluencia de gente no es un problema grave, a criterio de los bomberos. En Ombligo, de Avda. Perón, tampoco había demasiada gente.

Sin embargo, en casi todos los locales nocturnos de Asunción, persisten falencias en cuanto al cumplimiento de normas de seguridad contra incendios.


CAPACIDAD MAXIMA

De acuerdo con la Ordenanza 25097/88, que establece Normas de Seguridad y Prevención contra Incendios, la capacidad máxima para un local bailable o afín debe ser calculada en 1,5 metros cuadrados por persona, norma que la gran mayoría de los establecimientos nocturnos de nuestra capital no tiene en cuenta.

De acuerdo con las pautas internacionales de seguridad, un local que aglomere gente debe tener una densidad máxima de 1 persona por metro cuadrado, de modo que la norma local ofrece una ventaja sobre lo permitido en otros países.

Aparte de este requerimiento, existen otras disposiciones básicas en materia de seguridad contra siniestros como la instalación de una cantidad determinada de matafuegos, mangueras hidrantes, tanque independiente del suministro de agua corriente y salidas de emergencia (ver infografía).

"Lo que más tienen los locales casi siempre son los extinguidores porque es lo más fácil y lo más notorio. En otros aspectos siempre falta algo", asegura un representante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP).


LAS GRANDES FALENCIAS

Para miembros del CBVP que conocen las discotecas y centros nocturnos de Asunción, las falencias más graves en materia de seguridad que tienen actualmente los locales tienen que ver especialmente con la falta de una mayor iluminación y la capacitación del personal para las prácticas de evacuación en caso de emergencias. Esta continúa siendo una deuda pendiente y, por tanto, pese a los esfuerzos de algunos propietarios, los locales seguirán siendo una bomba de tiempo.


COMO DEBE SER UNA DISCOTECA SEGURA

Según la Ordenanza Municipal 25.097/88, que regula Normas de Seguridad y Prevención Contra Incendios.

CAPACIDAD DEL LOCAL.
Para locales bailables y similares se debe calcular una capacidad máxima de 1,5 metros cuadrados por persona. Todos los centros que tengan más de 200 m2 deben tener una salida de emergencia (aparte de la normal), bocas de incendio, tanque y mangueras.


SALIDAS DE EMERGENCIA.
Deben estar localizadas a un máximo de 25 metros desde cualquier punto del local para contribuir a una rápida evacuación.

Ninguna puerta, vestíbulo, corredor u otro medio exigido de salida, será obstruido o reducido en su ancho mínimo.

La determinación del ancho de todos los pasajes será libre de parámetros y estará condicionada al número de personas a evacuar, tanto en la planta baja como en los pisos a otro nivel.

En los subsuelos las salidas deben ser independientes y opuestas a la normal.


PUERTAS DE SEGURIDAD.
Se deben abrir hacia afuera. No deben tener cerraduras, sino barras que permitan que se abran solas al presionar en situaciones de pánico o riesgo.


LUCES DE EMERGENCIA.
Deben ser de encendido automático y deben funcionar con los cortes de energía. Deben alimentar además los carteles indicadores de salidas de emergencia.


CARTELES DE SEÑALIZACION.
Los carteles que señalan las vías de evacuación y escape del local deben ser reflectivas y bien visibles en todo momento. Además deben ser alimentadas con energía independientemente del convencional.


EXTINTORES.
Matafuegos de polvo químico, tipo ABC, que sirven para apagar incendios de cualquier origen. Debe colocarse 1 por cada 10 a 15 metros con una capacidad mínima de 4 kilos cada uno.


HIDRANTES.
Obligatorios en locales de más de 200 metros cuadrados. Cada una debe abarcar un radio de 15 metros. La cantidad debe ser calculada con los Bomberos de tal forma a que la presión del agua pueda cubrir cómodamente todo el local en caso de siniestros.


TANQUE DE AGUA.
Debe alimentar una red independiente de agua con bombas que garanticen la presión.


EXTRACTORES.
Deben garantizar la extracción del aire viciado desde la zona más alta donde se acumula aire caliente; así como la inyección de aire limpio desde el exterior a la zona más baja del local para forzar la circulación en el interior.


MATERIALES IGNIFUGOS.
Todos los materiales o elementos combustibles como pisos de madera, cortinas y revestimientos acústicos deben tener un tratamiento que retarda la combustión. La decoración no tiene que producir gases venenosos en caso de siniestro.


Fotos: Gustavo Gaona
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