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Dijo que, como primera medida, se ordenó a la empresa privada Empo que retire toda la basura que quedó en el área de segregación del vertedero Cateura -donde los camiones recolectores depositan la basura- utilizando canoas.
En caso de que la crecida sea mayor, Piccinini expresó que se analiza la posibilidad de bombear la pileta de lixiviados (líquidos residuales) hacia los módulos 1, 2 y 3 del vertedero.
“Todavía no es un desastre ecológico. Si el agua llega a tres metros más de lo que hay actualmente, se iniciarán los bombeos”, señaló.
Recordó que la Seam tomó muestras de las aguas de las inmediaciones del vertedero el pasado 12 de junio y que los resultados de los análisis estarán listos este miércoles 25 de junio.
Expresó además que, ese mismo día, la Seam dispuso el traslado del área de segregación a un lugar más alto, específicamente en la parte superior del vertedero. En ese lugar trabajan “gancheros” que separan el material reciclable del orgánico para su posterior reutilización.
Añadió que el 85% de las personas de la zona se dedican al reciclaje. Estos trabajadores, según expresó, dejan las sobras en sus patios y -en ocasiones- las arrojan al arroyo Ferreira.
Dijo que las sobras de basura que quedan fueron arrastradas por el cauce del arroyo Ferreira hacia Cateura. por lo que se puso una malla que evita que más desperdicios lleguen, vía fluvial, hasta el vertedero.
Las medidas fueron tomadas luego del avance de las aguas por la crecida.