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El futuro sacerdote explicó en nuestra redacción que su vocación nació en la labor pastoral que realizó con los neocatecumenados. A partir de esta experiencia se interesó en la vida consagrada.
Arias explicó que por ser miembro de este movimiento está llamado a trabajar en la catequesis de adultos y con los jóvenes. "Somos diocesanos misioneros itinerantes; esto quiere decir que debo ir a cualquier país para llevar el evangelio", apuntó.
De momento dependerá del arzobispo, quien ya lo designó para labor espiritual en la parroquia de Mariano Roque Alonso.
El consagrado cree que su vocación responde a un llamado de Dios para servir a la Iglesia, por lo que instó a los jóvenes a discernir su futuro y a no temer cuando Dios llama porque la vida consagrada ofrece grandes satisfacciones.
Arias comentó que a raíz de una crisis en el camino al sacerdocio se había aplazado su ordenación sacerdotal, por lo que decidió concluir sus estudios contables. Sin embargo, la experiencia de fe y búsqueda en la Iglesia no le habían abandonado hasta la partida a Tierra Santa con las comunidades neocatecumenales. Después de un tiempo de discernimiento y maduración, retorna al Paraguay para proseguir su ministerio pastoral en la parroquia de Mariano Roque Alonso. Esta obra iniciada llega a un feliz acontecimiento que será hoy con la ordenación sacerdotal.
Arias no descarta que dentro de tres años esté por Tierra Santa, que sería uno de sus primeros destinos como sacerdote itinerante.