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“Necesitamos repensar nuestra ciudad. El desarrollo debe ser inclusivo, de modo que la ciudad se vuelva sustentable”, apuntó.
Luego de señalar los aspectos que pueden convertir una estructura arquitectónica en otro elemento coadyuvador en el marco del desarrollo de una ciudad sustentable, señaló que el desarrollo sostenible se logra mediante la integración, cooperación y corresponsabilidad entre organizaciones de la sociedad civil, empresas del mercado e instituciones del Estado, basadas en un modelo social y económico equitativo, y medioambiental vivible y viable.
Contexto
Al poner en contexto el tema, el arquitecto González mencionó que los edificios residenciales y comerciales consumen en promedio el 40% de la energía, aportan el 10% de las emisiones de CO2 mundiales y contribuyen significativamente con el uso de agua y generación de residuos de todo tipo.
Dijo que desde 1994 se desarrollaron e implementaron alrededor del mundo esquemas de certificación de edificios sustentables, pero que ninguno de ellos puede ser practicable en los países subdesarrollados. Por ese motivo, tuvieron que contratar los servicios de una consultora, para elaborar un modelo de certificación adecuada a las condiciones medioambientales paraguayas. Este pronto será presentado en nuestro medio.
Entre los aspectos que actualmente se tienen en cuenta, a la hora de proyectar un edificio y que reportan beneficios ambientales, señaló la importancia del uso eficiente y responsable de los recursos, ahorro y eficiencia energética, mediante la sustitución de lámparas y ahorro en combustible, entre otras medidas.
Citó igualmente la aplicación de energías alternativas, como paneles solares y generadores eólicos. También destacó el cumplimiento más allá de las normativas en términos del reúso y descarga de aguas residuales, emisiones contaminantes del aire, ahorro de energía, y generación y manejo de residuos sólidos.
Señaló también la mejora regulatoria al transformarse las acciones de carácter correctivo en preventivo.
Dijo que se estima que el empleo de estas prácticas puede reducir el consumo de energía en 30%, las emisiones de CO2 en 35% y el uso de agua en un 40%, así como ayudan al ahorro por manejo de residuos en un margen del 70%.
Aseguró que los beneficios financieros de una edificación sustentable, comparada con una convencional, rebasan por mucho la inversión inicial, debido al tiempo de vida de los mismos.
También enumeró los beneficios personales, como la certificación de la edificación como sustentable, los incentivos fiscales, la plusvalía de la propiedad, el retorno de la inversión, la reducción en el consumo y el pago de luz, entre otros.
El verde y la energía eólica
“Para evitar la acumulación de calor en las coberturas, evitando las ‘islas de calor’, se incorporan terrazas ajardinadas en las torres, buscando reproducir nuestra exuberante vegetación también en las alturas. El mismo concepto, pero puesto en forma horizontal, crea las fachadas verdes”.
“La energía producida por el viento se emplea para las áreas comunes del edificio”. (Proyecto World Trade Center Asunción).