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Este proyecto de separar la sal del agua no es nuevo en Chile y se implementa con éxito en países de la zona de influencia del mar Mediterráneo y en otros países de Europa y Asia. De estas experiencias exitosas se valieron las autoridades del sector agua de Chile para impulsarla en Antofagasta, conforme se explicó en el marco de debates sobre alternativas de solución a la crisis del agua, en este cónclave internacional.
La Dirección General de Aguas de Chile, a través de una empresa privada, está ejecutando el proyecto que conllevará una inversión final de 50 millones de dólares americanos. La producción del agua potable tendrá un costo estimado de 0,6 dólares por m3, lo que se estima que el costo final para el usuario mucho mayor.
Chile presenta la particularidad de que es un país cuyo territorio se extiende a lo largo de la costa marina, lo que dificulta el acceso al agua dulce, principalmente para comunidades playeras.
¿SOLUCIÓN PARA EL CHACO?
La desalinización de las aguas es una opción interesante para el Chaco paraguayo. El agua que sale en este territorio occidental de nuestro país es salada, lo que imposibilita su uso doméstico, agrícola y ganadero.
Existe un costoso proyecto de acueducto, que pretende llevar el agua dulce del río Paraguay a varias zonas industriales y poblacionales del Chaco. Sin embargo, el proyecto tiene un lento y poco difundido proceso, lo que torna un panorama incierto para saber cuándo los chaqueños tendrán el vital líquido a disposición.
Conforme con los técnicos chilenos, una planta (o varias) desalinizadora podría ser más viable y el control estará al acceso de las comunidades favorecidas. Además, el sistema de distribución correrá menos riesgo de contaminación que podría sufrir el agua del río en su misma zona de toma así como en el sistema del extenso traslado.
Las autoridades responsables del estudio de solución del acceso del agua a comunidades chaqueñas podrían revisar este proyecto de desalinización, mirando las experiencias de otros países donde se implementan y analizar su viabilidad.
DEL ENCUENTRO
Este encuentro internacional, que congregó mayormente a comunicadores ambientalistas de todas las Américas, fue organizado por las redes de Radialistas Latinoamericanas y por la de Comunicación Ambiental de América Latina y el Caribe, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arcis (Chile) y el Ministerio de Agricultura local.
Los moderadores de los países de la región participan para luego acordar metodologías de actividades con el propósito de lograr una amplia y mejor difusión de informes relativos al agua y generar un debate nacional e internacional sobre los riesgos de la crisis del agua y de la gestión del vital líquido para lograr mejorar la cobertura de acceso a comunidades carenciadas.