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Los nativos están siendo forzados a salir del monte chaqueño a medida que los ganaderos talan el bosque, denunció la ONG Survival.
Esta epidemia letal amenaza con aniquilar a los ayoreo-totobiegosodes recientemente contactados en Paraguay, y sienta un precedente mortal para sus familiares que todavía permanecen escondidos en el bosque y que son los últimos indígenas aislados que quedan fuera de la Amazonia. El último grupo dejó el monte en el 2004.
Como otros pueblos indígenas no contactados, los ayoreos carecen de inmunidad frente a las enfermedades que transmiten los foráneos.
Expertos locales dicen que los nativos suelen dar negativo en las pruebas para detectar la tuberculosis, aunque presentan síntomas casi idénticos, por lo que quedan excluidos de todo acceso a un tratamiento con medicamentos que podrían salvarles la vida.
Algunos parientes de los ayoreos todavía permanecen escondidos en el bosque. Si el Gobierno de Paraguay permanece impasible y no toma medidas para investigar más sobre esta misteriosa enfermedad, los totobiegosode se enfrentan a un futuro desolador.
Nixiwaka Yawanawá, un indígena yawanawá de la Amazonia brasileña que se unió a Survival International para defender los derechos indígenas, declaró: “Resulta sorprendente que el Gobierno de Paraguay no adopte medidas para proteger el territorio de los ayoreos. Estamos presenciando una masacre ante estas muertes misteriosas, un verdadero crimen humano ante los ojos del mundo. El Gobierno debe actuar de inmediato para evitar el desastre”.
Por su parte, el director de Survival International, Stephen Corry, dijo: “Esta tragedia no llega por sorpresa. Cuando se fuerza el contacto de los pueblos indígenas aislados con la sociedad foránea, la enfermedad le sigue rápidamente. Esta es una prueba de que el contacto forzoso no es más que una sentencia de muerte para los pueblos indígenas. Sin embargo, el Gobierno sigue sin hacer nada para proteger las vidas de los parientes aislados de los ayoreos. Más bien está permitiendo la destrucción del bosque del Chaco a manos de los ganaderos brasileños. Paraguay debe actuar ya mismo para proteger las vidas de los últimos indígenas aislados que viven fuera de la Amazonia”.