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En 11 de julio de 2001, miles de medicamentos robados del IPS que estaban prestos para su tráfico clandestino a la Argentina fueron decomisados en un aguantadero en las inmediaciones de la aduana de Puerto Falcón. Fue el primer caso de incautación a gran escala y con el procedimiento quedó en evidencia el gran negocio que significaba el robo y tráfico de fármacos perteneciente a servicios públicos.
Antes de esto, las incautaciones realizadas eran de pequeños lotes hallados en farmacias ubicadas en los alrededores de los hospitales públicos. Los robos iban en directa relación a la falta de medicamentos en los centros de salud, hospitales y clínicas periféricas del IPS, que tenían en sus cercanías las farmacias que vendían los remedios con sellos de instituciones públicas.
El negocio era en complicidad con funcionarios, enfermeras y en algunos casos con los mismos médicos.
Con la informatización del sistema de entrega y las recetas electrónicas, los robos se redujeron en la previsional a mediados de los 2000, aunque en los servicios del ministerio esta tecnología tardó más en ingresar, posibilitando irregularidades por la falta de un control efectivo.
Buscaban droga, hallaron fármacos robados
El 5 de enero de 2016 una comitiva fiscal-policial que estaba en la búsqueda de un inmueble desde donde se comercializan cocaína y marihuana allanó una casa en Lambaré y encontró que en el lugar se guardaba un gran lote de medicamentos robados del IPS, del Ministerio de Salud, Hospital de Clínicas, Hospital de Policía y Hospital Militar. Esto evidenció la existencia de una rosca que operaba en los principales servicios de salud públicos. El monto de los remedios encontrados en el sitio superaba los US$ 100.000.
El Ministerio de Salud investigó el año pasado a varios sanatorios privados por ser compradores de medicamentos que fueron robados de hospitales públicos. Los fármacos eran reetiquetados para cubrir los sellos de seguridad. La cartera pasó los antecedentes a la fiscalía, que hasta ahora no informó si logró más pruebas sobre el caso.
Existen más de 2.500 establecimientos farmacéuticos a nivel país y Salud solo dispone de 15 inspectores (8 para Asunción y Central). Esto hace imposible un control efectivo de lo que se comercializa en las farmacias, advirtió la Contraloría en abril de 2016. Por esta situación se hace difícil combatir contra el robo de fármacos.
Otra situación que supera el control del Ministerio de Salud es la comercialización de suplementos dietarios y medicamentos que ingresan de contrabando y se comercializan sin registro correspondiente en tiendas y establecimientos comerciales. También se ofrecen por redes sociales, pese a estar prohibido por ley.
El mayor centro comercial, cada vez más desordenado
El Mercado 4, con sus 75 años, es el centro comercial popular más grande de Asunción. Da el pan a muchas familias, quienes por años trabajan incansablemente en este lugar.
Muchas son las anécdotas que ofrecen las avenidas Pettirossi, Rodríguez de Francia y Perú, las cuales son las principales observadoras del trajín diario de los vendedores y compradores.
Indagando en el archivo de ABC Color, se han encontrado fotos de un mercado antiguo, muy diferente al que se ve ahora. El mismo era un lugar ordenado, con calles bastante despejadas en comparación a la situación actual. Además, el sistema de recolección de basura funcionaba, según la crónica periodística del año 1967. Además, se ve a las calles usadas como peatonales, que actualmente ya fueron totalmente cubiertas por comerciantes, quienes las han “cerrado”.
En 1981, ya se escribían publicaciones criticando el mal estado del pavimento de las calles del Mercado 4. Hasta hace poco el problema persistía. Finalmente, la administración actual se decidió a hacer una repavimentación total de Rodríguez de Francia.
Un hecho que marcó bastante al recuerdo de los vendedores fue al gran incendio acontecido el 25 de junio de 2009 entre las avenidas Perú y Rodríguez de Francia. El mismo arrasó con decenas de casillas ubicadas en el Mercado 4, dejando pérdidas millonarias. No hubo víctimas fatales.
Actualmente, se está llevando a cabo un proyecto de reconversión de Mercado con financiamiento de la Itaipú. Las obras estuvieron paradas por casi un año, debido a un problema de coordinación entre la Comuna y la Itaipú, puesto que no se lograba sacar a los vendedores del lugar.
Finalmente, este año se llegó a un acuerdo para reubicarlos en uno de los bloques, dejando el otro vacío. Autoridades estiman que las refacciones terminarían el año que viene, por lo que se tendría un nuevo edificio.
Lilian, involucrada en sustracción
El 14 de julio de 1998, en las inmediaciones de la seccional 12, barrio San Vicente, fueron requisados de un camión medicamentos con la inscripción “uso exclusivo del IPS” por un valor de G. 800 millones (foto). En la oportunidad, fueron detenidos Ricardo Salazar, Atilio González, Enrique Franco y Hugo Maciel. Por el caso también fue procesada Lilian Samaniego (actual senadora y extitular de la ANR, que reside en San Vicente), entonces jefa del Parque Sanitario de la previsional. Ella había perdido su cargo, y un año después, tras arreglar su problema judicial, volvió a ser designada como jefa de la Unidad Farmacéutica por el entonces titular del IPS, Darío Filártiga, actual asesor político de Horacio Cartes.
Remedios y vacunas vencidas
Tanto el IPS como el Ministerio de Salud perdieron varios millones a causa de la falta de control efectivo de sus parques sanitarios, que derivaron en el vencimiento de productos farmacéutico. Entre los casos más graves se puede mencionar lo ocurrido en agosto de 1999, cuando las autoridades del IPS informaron que descubrieron que tenían en sus depósitos medicamentos vencidos valuados en G. 490 millones. Más grave aún fue el caso de la cartera sanitaria, que en octubre de 2012 detectó un total de 390.000 dosis de biológicos y jeringas vencidos. La pérdida para el Ministerio de Salud y la población ascendió en ese entonces a más de 900.000 dólares. La institución nunca informó el nombre de los responsables.