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Se propuso y decidió emigrar. Para adaptarse debió dedicarse a varias actividades que incluía trabajos en una carpintería. Hace poco terminó un masterado en Genética Molecular y es el único compatriota miembro de la Orden de Químicos de Quebec.
Un gran cambio. De país y de oficio. Así se puede resumir el testimonio de Arturo Papaluca, uno de los tantos jóvenes paraguayos que buscan el profesionalismo y la perfección en el exterior, a costa de sacrificios, dedicación y renunciamientos.
Estando en la universidad el joven se anotó para un programa de inmigración de Canadá en la Alianza Francesa, donde estudió francés durante un año. Luego cumplió con los trámites de rigor, que no son fáciles, y se adaptó muy bien al país que lo acogió.
Durante la primera semana de su estadía trabajaba en cuanto oficio de inmigrante que se le presentaba y se esforzó por conseguir una beca para un masterado en Ciencias con opción en Ingeniería Genética. A la primera semana de su llegada consiguió trabajo en una carpintería.
“El clima hace difícil al comienzo, pero como estoy todo el día ocupado en el laboratorio no tengo tiempo para ocuparme de eso”, menciona al citar que fácilmente pasa unas seis horas al día trabajando con microscopios.
Tras perfeccionar sus estudios de francés en Canadá, la Universidad de Montreal le abrió sus puertas hacia uno de los laboratorios más renombrados, el primero que desarrolló la técnica de la interacción de proteínas para estudios de cáncer y ciertos tipos de enfermedades que incluyen estudios especializados a nivel molecular.
De este modo, con su trabajo de tesis en la Facultad de Medicina, departamento de Bioquímica, en la Universidad de Montreal, sobre Algoritmos de agrupación y fórmulas matemáticas para discriminar entre fenotipos celulares inducidos por las enzimas GTPasas usando microscopia de alta resolución DIC, completó la maestría.
Este mismo trabajo fue la investigación que le permitió completar el máster en Ingeniería Genética Molecular en el laboratorio del Dr. Stephen Michnick. Las hipótesis las aprobó con experimentos reales utilizando herramientas de bioinformática y técnicas bioquímicas que le hizo ganar prestigio y logró que se destacara en el ramo.
“Por ahora trabajo exclusivamente en laboratorio, pero puedo también realizar trabajos para medicina, farmacéuticas, centros de investigación, pero prefiero terminar el doctorado, porque me abre puertas aún más interesantes para la investigación”, comenta entusiasmado el máster en ingeniería genética.
De hecho, en estos momentos Papaluca acaba de empezar el doctorado en Mecánica Celular y Biofísica que son sobre dinámicas adaptativas de GTPasas en divisiones celulares sinéticas que le llevará unos cinco años de estudios con el Dr. Gregory Emery, aunque también siguiendo sus trabajos con el Dr. Stephen Michnick.
En términos prácticos y sencillos ¿cómo se puede resumir su investigación? Es un método ultrasensible para secuenciar fenotipos celulares y tener el código genético y ver las mutaciones que van sufriendo las células. Solo se puede encontrar en poblaciones celulares enfermas y podría servir de base para los tratamientos y descubrimientos de drogas que buscan desarrollar las grandes empresas farmacéuticas.
Por ejemplo, en un paciente con cáncer de colon, al hacer la extracción, el médico se pregunta cuál es el porcentaje de tejido afectado hasta ese momento. Se hace una biopsia. Actualmente los bioquímicos toman un montón de fotos con microscopios de alta resolución que van analizando manualmente.
Con la biología computacional Papaluca empezó a desarrollar un software para automatizar todo ese procedimiento. Aplicamos fórmulas matemáticas o geométricas y se crea un masking que permite definir las dimensiones precisas de las células. Es un método ultrasensible que permite saber la dimensión exacta de cada célula y obtener la base de datos a gran escala. Entonces, con este método se puede describir el impacto que tendría una simple proteína mutada dentro del organismo o para hacer también tratamientos específicos y personalizados, explica.
Y aunque todavía tiene mucho que estudiar, su sueño es abrir un centro de Biofísica y Mecánica celular en Paraguay para el tratamiento especializado de pacientes en ciertos tipos de enfermedades incorporando a nuestro país los conocimientos científicos adquiridos en el primer mundo.
Integra la Orden de Químicos de Québec
Arturo Papaluca es el único paraguayo que hasta el momento logró hacerse miembro de la Orden de Químicos de Québec (Ordre des Chimistes du Quebec) cuya principal función es la de garantizar la protección de la población atendida por profesionales químicos y bioquímicos y supervisar el ejercicio de la profesión de químico y bioquímico.
Su misión es garantizar la protección de la población mediante el control de competencia de sus miembros profesionales químicos y bioquímicos y la calidad de la práctica profesional de cada uno de ellos. Es el organismo encargado de otorgar el título y registro profesional a químicos y bioquímicos en la provincia de Québec.
Siendo parte de la Orden, los profesionales tienen derecho a ejercer la profesión en Canadá y les permite ofrecer sus servicios profesionales directamente al público, ya sea en hospitales o industrias químicas.