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Este programa se inició en diez escuelas y hoy abarca a los casi diez mil alumnos del primero al sexto grado del distrito. Quienes recibieron sus laptops Xo con el primer grupo y hoy están en el tercer ciclo de la Educación Básica las llevaron consigo y las siguen utilizando.
“Debemos luchar porque esta oportunidad se dé en otras regiones del país, donde estamos seguros de que existen niños y niñas con un potencial sin límites, pero oscurecidos por sus realidades económicas. Al decir de Robert Kegan, ayudemos a los niños a resolver la ‘tensión’ de estar ‘inmersos’ en situaciones desventajosas y de ‘emerger’ de esa situación. Esa es nuestra misión en Caacupé”, añadió Peña.
El Proyecto UCPN compartió el fruto de su trabajo esta semana, en una feria realizada con la comunidad de Caacupé en el Centro de Convenciones Mariscal López. “El modelo 1:1, y específicamente el proyecto en Caacupé, con una plataforma educativa tecnológica se sustenta en los postulados educativos construccionistas, que van más allá de transmitir e informar valores, ideas y conceptualizaciones. No consideramos a los niños o niñas replicadores de una realidad externa ya descubierta”, indicó la gerente educativa con respecto a lo logrado.
Interacción
Señaló que, por el contrario, se pretende que los niños desplieguen sus creencias e innovaciones en un intento de crear nuevo conocimiento y no de repetir lo ya dicho o hecho. “En décadas anteriores, el constructivismo ya nos demostraba la importancia de construir conocimiento con la interacción de todas las partes, maestros y alumnos, ofreciendo oportunidades prácticas. Hoy vamos más allá. Los niños de Caacupé tienen la oportunidad única de explorar e innovar mediante el uso de una herramienta tecnológica y sus símbolos. Estamos demostrando que debemos repensar la educación en la era digital, como nos dice Seymour Pappert, confiemos en el aprendizaje autodirigido”, añadió.
Y agregó que se debe dar a los niños la oportunidad de inventar la simbología necesaria para expresar sus ideas y dejar fluir su imaginación. “No busquemos las mejores opciones de instruir, ni nuevos contenidos curriculares, por el contrario, esforcémonos en ofrecer a los niños y niñas la oportunidad de construir según sus propios significados e intereses”, manifestó.