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“Cuando recibimos la información me generó dudas, porque no lo conocía, pues eso fue presentado recientemente en el marco de la XX Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2013), celebrada en Atlanta (EE.UU.). Un grupo de virólogos, encabezados por la Dra. Deborah Persaoud, presentaron un caso en donde un niño que nace de una madre que no recibió el protocolo de la prevención de la transmisión madre-hijo es sometido a estudios y en teoría confirman la infección en el bebé e inician una terapia antirretroviral altamente activa, un poco diferente a la que habitualmente se suele hacer a los recién nacidos para evitar la infección”, apuntó el galeno.
Aguayo mencionó que en general los protocolos de la prevención, transmisión madre e hijo, primero se trata a la madre durante todo el embarazo, también durante el parto y se le da una droga al bebé o como máximo dos durante seis semanas. “Como en este caso la madre no recibió el tratamiento preventivo, entonces inicia un tratamiento convencional con tres drogas al paciente, el famoso cóctel, y a las 29 semanas el niño presenta niveles indetectables en sangre”, añadió Aguayo.
Resaltó que el pequeño fue tratado por un buen tiempo hasta que la madre dejó de llevarlo al servicio. Luego de varios meses de haber abandonado el tratamiento, vuelve a llevar al bebé y la sorpresa de los médicos fue que el niño presentaba aun niveles indetectables del virus del sida en sangre, aunque presentaba, sí, la presencia inactiva del virus en los tejidos. “A eso lo llaman cura funcional, porque en general una persona sigue replicando el virus, cosa que no encontraron”, alegó.
La conclusión es que lo que sucede habitualmente en una persona que se infecta es que al entrar el virus en general queda guardado dentro de unas células llamadas linfocitos T de memoria y desde ahí comienza a lanzar a todo el cuerpo, siempre replicándose con una activización crónica, motivo por el cual se hace difícil la curación.
Lo que se afirma es que iniciando el tratamiento muy precoz, antes de que el virus infecte a las células de memoria, tal vez se puede evitar que el virus ingrese en esas células y así el paciente tendrá una cura funcional.
“La duda está en que es un caso aislado, pues habitualmente hay personas que pueden eventualmente mantener quieto al virus, con un sistema de defensa o inmunológico fuerte. Es decir, tiene a veces niveles indetectables en su sangre y mucha inactividad del propio virus. Entonces no podemos decir que este niño, por haber recibido un tratamiento precoz, haya controlado la enfermedad. Hablamos de cura funcional, pues todavía tiene que ser validado por la comunidad científica internacional”, subrayó finalmente el Dr. Aguayo.
El “paciente de Berlín”
El de Timothy Brown es el único caso de cura de VIH oficialmente reconocido a nivel mundial. Conocido también como el “paciente de Berlín”, Brown recibió un trasplante de médula ósea de un donante que presentaba una mutación genética rara, la cual impedía que el virus penetrara en las células. En un comienzo el trasplante estaba destinado a tratar una leucemia.
Por otro lado, en el año 2011 nacieron unos 300.000 bebés infectados con VIH, principalmente en países de escasos recursos, donde muchas mujeres embarazadas afectadas no reciben el tratamiento necesario para impedir la transmisión del virus.
En Paraguay se logró reducir el nacimiento de bebés con VIH debido al impacto que tiene el programa de prevención de transmisión madre-hijo del Programa de Control del Sida (Pronasida).