Cargando...
Con una misa y procesión por el barrio culminaron ayer los festejos en honor a San Jerónimo. La celebración eucarística tuvo lugar en la capilla, que se encuentra sobre una de las lomas de Asunción, a pocos metros de río Paraguay.
En su homilía, el sacerdote Ruiz, párroco del santuario de María Auxiliadora, dijo que el Paraguay es una “viña bendecida” por Dios, que cuenta con grandes riquezas, como la tierra, el agua, el clima ideal para los cultivos, abundante lluvia, ríos y arroyos que riegan gran parte de su territorio. “Lamentablemente esas riquezas no están al alcance de la mayoría. Aquí unos pocos acaparan esos bienes y la mayoría vive en la pobreza y la miseria.
En ese sentido, agregó que Dios siempre es justo y pide a sus hijos una mejor redistribución. Son los habitantes quienes deben aprovechar y hacer el Paraguay que queremos con justicia.
En otro momento, sostuvo que en nuestro país falta una revolución mental para que haya una mejor redistribución de los bienes, solo así muchos tendrán acceso a una vida mejor.
Ayer, el barrio amaneció adornada de guirnaldas, globos y flores. Esta comunidad es muy visitada durante el año. Tiene un calendario de celebraciones que busca preservar los valores, las tradiciones y las prácticas culturales. Aquí, los ritos aún son tradicionales. El acceso a lugar es por la calle Oliva, al costado de la Armada Nacional.
¿Quién fue?
San Jerónimo nació en Dalmacia (Yugoslavia) en el año 342. Su nombre significa “el que tiene un nombre sagrado”. Consagró toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras y es considerado uno de los mejores, si no el mejor, en este oficio.