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El Tupãsy ñuguaitî, que se realiza antes del amanecer del Domingo de Pascua, es una de las escenas más emotivas de nuestra religiosidad popular, porque evoca ese encuentro de Jesús con su madre, la Virgen María, luego de haber cumplido con la voluntad de su Padre Altísimo (Dios) y haber resucitado de entre los muertos.
En la parroquia Virgen del Carmen, como cada año, el acto se escenificó luego de la misa que se ofició a las 02:30. El evento, que es muy tradicional en la comunidad, contó con la participación de numerosos fieles que salieron del predio del templo para ver el encuentro de María con el resucitado.
Con esta práctica culminaron las escenificaciones propias de la Semana Santa, que tuvo como representaciones principales el vía crucis, el lavatorio de los pies, la crucifixión y la vigilia pascual.
Para la escena del Tupãsy ñuguaitî se utilizaron las imágenes de San Juan, María y del Salvador. El primero es el que comunica la gran noticia a la madre. Luego de la reverencia de la madre y el apóstol a la imagen del resucitado, comienza la procesión de la victoria de la vida eterna sobre la muerte. Jesús glorificado demuestra al mundo que el bien triunfa sobre el mal.