Cottolengo llama a benefactores a no hacer faltar el pan a los internos

Ante el miserable recorte parlamentario a las entidades que defienden la vida, el Pequeño Cottolengo más que nunca necesita de la colaboración de las personas de buena voluntad para que no falten el pan ni la higiene en el albergue. Sus internos retribuyen la generosidad con una sonrisa y oraciones.

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En el Pequeño Cottolengo se trabaja las 24 horas porque una contingencia no espera, nos dijo Felipe Filártiga, encargado de la comunicación del albergue de 66 personas minusválidas ubicado en Mariano Roque Alonso.

La tarea rutinaria comienza con la oración, luego se imprime una dinámica en la que los internos tratan de desarrollar su vida como cualquier otra persona. Algunos recorren el predio, otros descansan en los corredores, y aquellos más conscientes, reciben a los visitantes y hasta realizan tareas de limpieza.

Filártiga explicó que de concretarse el recorte, la asistencia se resentirá, pero al igual que las otras personas que trabajan en el lugar, rebosa en optimismo y cree que los benefactores y la Divina Providencia no harán faltar el pan ni la higiene.

En la sesión del jueves de la Cámara de Senadores se resolvió recortar el 50% el aporte estatal a las oenegés, porque algunas no estarían al día con su contabilidad. Al generalizar esta disminución, este albergue será seriamente afectado. Recibe del Estado el 50% de su presupuesto que totalizan G. 980 millones. En adelante recibiría solo 480 millones.

“No les interesan los humildes”

Rosalino Chávez, uno de los internos del Pequeño Cottolengo, calificó de “inadmisible” el recorte que sufrirá esta institución. “Estoy en contra de la decisión de los parlamentarios. Ellos viven bien y están demostrando que no les interesan los humildes”, manifestó visiblemente emocionado.

El interno está en el albergue hace dos años, es uno de los pocos que puede hablar fluidamente. Se considera un comunicador de los grupos y ni bien le preguntamos qué opinaba del recorte, se mostró muy apenado y sin proferir palabras de repudio a los legisladores, se limitó a instarles a que repongan el presupuesto.

“Si no reponen, lo mismo vamos a salir adelante e igualmente seguiremos rezando por los legisladores para que el Niño Dios les ablande el corazón”, apuntó. Al igual que los directivos, les invitó a visitar el albergue para que vean cómo son felices gracias a la ayuda de los benefactores y de sus padres, en alusión a los religiosos.

Los interesados en colaborar con esta noble institución pueden llamar al teléfono 282880/1.

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