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Desde hace más de tres meses (7 de diciembre de 2017) están instalados frente al Congreso varias familias de una comunidad indígena proveniente de Jetyty Mirî, departamento de Canindeyú, en total abandono por parte las autoridades, luego de ser víctimas de un desalojo.
A las precariedades en las que viven se suma, desde hace tres días, la falta de agua, ya que la Municipalidad de Asunción clausuró una de las tomas de agua corriente que estaba más próxima a la plaza, y de la cual se surtían los nativos. Ahora deben acarrear agua en baldes desde el otro lado de la plaza donde están instalados los damnificados por la crecida, quienes no tienen ese problema.
Ramón Benítez, líder de la comunidad, dijo que han presentado en febrero una nota al titular del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Aldo Saldívar, para que les permita instalarse en unas 500 hectáreas que pertenecen a la institución y que están ubicadas en Alto Paraná, ya que, aparentemente, no existe posibilidades de retornar a las tierras de las que fueron desalojados, debido a malos y corruptos manejos de ex autoridades del Indi.
“Tenemos fotocopia del título de la propiedad de 1.364 hectáreas en Alto Paraná, que pertenecen al Indi, por eso pedimos que nos permitan instalarnos allí para dejar esta plaza donde solo vivimos gracias a la solidaridad de la ciudadanía. No queremos mendigar, pero nos están obligando a hacerlo, ahora hasta nos cortaron el agua y no tenemos alimentos”, indicó.
Benítez apeló una vez más a la solidaridad de la gente, y subrayó que se irán de la plaza si las autoridades responden el pedido. “Nuestros vecinos de la Chacarita se quejaron del agua que corre, por eso vino personal de la Municipalidad a clausurar la canilla en vez de instalarnos más canillas. Ya depende de ellos (autoridades del Indi) para que salgamos de aquí”, apuntó.