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Contó que el funcionario rechazó un cheque con el que pretendía abonar su impuesto inmobiliario, aduciendo que el documento no estaba a nombre del titular de la vivienda.
“Vine personalmente a explicarles que la dirección que aparece en el cheque coincide con la de la propiedad y que la factura está a nombre de mi hermana, que se puede comprobar con los apellidos. Me dijo que asumiría la responsabilidad y que me cobraría, pero que para eso debía formar la fila, a lo que me opuse, porque ya no estaba dispuesto a seguir perdiendo más tiempo”, indicó.
Por su lado, Fernando Amarilla confirmó el hecho y en su defensa señaló que existe una circular de la administración municipal central que les prohíbe recibir pagos con cheques de terceros. Aceptó que existían coincidencias en apellidos y dirección en los documentos, pero que el nombre del titular del cheque no aparece en la factura. “Aun así, le dije que le haría un favor, por el riesgo que asumía al aceptar su cheque. Solo debía formar la fila, pero él se molestó y se fue”, indicó.