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La protesta de ayer surgió tras la desvinculación de la directora y de la coordinadora general, Gloria Causarano y Ángela Martínez, respectivamente, el pasado jueves y sin previo aviso.
Los padres de familia indicaron que actualmente la institución está sin cabeza, y que solo recibieron una nota de la embajada en la que se comunica sobre “el término de la relación laboral” con las afectadas y que están buscando personal de reemplazo, “para garantizar el buen funcionamiento de la institución durante el presente año lectivo”.
Jennifer Ocampos, representante de los padres, cuestionó a las autoridades de la embajada por ocultar más de un año las intenciones de cerrar las institución, además del despido de la directora y de la coordinadora, quienes a principio de año denunciaron que el colegio estaba trabajando en negro (no emite factura legal), y recién el año pasado inscribió en IPS a sus empleados.
“La embajada recibe dinero de las cuotas que pagamos G. 520.000 por alumno, sin emitir factura legal, además del dinero de la subvención. Si el problema es económico, nos gustaría saber dónde está el dinero que recibe la institución”, apuntó. Los padres indicaron que continuarán con las manifestaciones para evitar el cierre del colegio.