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La obra con el carisma de los capuchinos se encuentra a la entrada de la ciudad de Limpio. Ayer hubo un momento litúrgico dirigido por el superior de los religiosos, padre Laercio Ferreira, seguido de la palada, la bendición y unción del lugar donde se levantará el edificio.
Para los capuchinos, el convento significa un lugar de encuentro con Dios y los fieles. Allí podrán acudir fieles de Asunción, Mariano Roque Alonso e incluso de Formosa y Clorinda, que van a Trinidad para asesorarse por los religiosos. Será integrado a un centro de espiritualidad, con espacios de oración.
De este local saldrán a evangelizar colaborando con la parroquia de Limpio. En la capilla de Surubi’i se celebran dos misas: jueves a las 19:30 y domingo a las 10:30. Una vez establecidos los religiosos habrá misas diarias.
La obra tendrá un claustro central, donde los ambientes serán integrados por un patio principal. Podrá albergar a siete religiosos, con dormitorio para visitantes. Tendrá un salón para 150 personas, biblioteca, sala de estudio, santería, confesionarios y área de servicio. Serán 2.500 m2 de construcción cuya terminación está calculada para un año de acuerdo al aporte de los benefactores.