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La casa derrumbada, ubicada en la calle Villarrica entre Bernardino Caballero y Mcal. Estigarribia del barrio Kennedy II de Lambaré, es propiedad de Digna Vargas y la obra en construcción, ubicada en el terreno contiguo, pertenece a un joven que se identificó como José Pesoa, quien dijo que los trabajos estaban a cargo de un albañil.
La otra vivienda en riesgo, asentada hacia el otro lindero de la zona de obras, pertenece a Mirian Ramírez, quien exteriorizó su desesperación al ver lo que pasó con la vivienda de su vecina.
Ambas afectadas coincidieron al señalar que ya habían hecho y presentado ante la Municipalidad de Lambaré, en enero pasado, un pedido urgente de paro de obras, cuando ambas casas sufrieron enormes boquetes e importantes rajaduras, producto del proceso de edificación de lo que sería un tinglado, en el predio colidante.
“Exigimos intervención de la comuna lambareña y de la fiscalía. Vamos a accionar judicialmente, porque alguien se tendrá que hacer cargo de los daños que sufrió mi casa”, manifestó Digna.
“Se imagina la enorme pérdida para esta familia y yo estoy más que preocupada por el estado de mi casa. Los vecinos de las propiedades linderas de atrás también están alarmados”, comentó por su parte Mirian.
Luego señalaron como dueño de la propiedad y de la obra a un vecino cercano, propietario aparentemente de una despensa y un taller mecánico, a quien acusaron de irresponsable –por emplear a un menor de edad que resultó con un corte en la cabeza a causa del derrumbe– y prepotente, por sus sucesivas reacciones agresivas.
Exigente y nervioso
Al llegar a la casa señalada, un joven salió a nuestro paso. Se identificó como José Pesoa y dijo ser dueño de la propiedad y de la obra. Luego se mostró nervioso, molesto y exigió no ser fotografiado.
A la consulta de qué arquitecto o ingeniero estaba a cargo de la construcción, respondió: “Nosotros nomás estamos haciendo. Fue un accidente. Cedió la muralla perimetral que se estaba levantando”.
Luego apuntó que se harían cargo de los daños y que repararían la edificación derrumbada.
En un careo con las propietarias de las casas, José le señaló a Digna que ella le pidió que desmantelara su casa y que eso es lo que estaba haciendo, pero que la consecuencia sobrepasó nomás la expectativa. Sobre el caso del menor de edad contratado para el trabajo, negó que se haya roto la cabeza sino que se golpeó uno de los empeines del pie.
Al ser recriminado por Mirian, le respondió que le diera tiempo a que resuelva primero el problema de Digna y luego se encargaría de ver lo relacionado a su vivienda, a lo que la afectada le espetó: “Querés que se caiga también mi casa para después hacer remiendos. Yo no quiero remiendo José. Ya hablé con mi arquitecto y la reparación de mi casa costará mínimo 10 millones de guaraníes”.
En la Comuna
Por su parte, el arquitecto Rodolfo Villalba, director de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Lambaré, dijo no recordar ningún pedido de permiso para obra alguna en la dirección señalada y que probablemente se trataría de una obra clandestina.
El funcionario aseguró que pasaría a verificar la zona de obras. Sobre la nota de las vecinas, presentada a la Comuna en enero pasado, Villalba dijo que no había llegado ningún documento a su despacho, pero prometió hurgar e interiorizarse del caso. “Nosotros velaremos por el cumplimiento de las ordenanzas vigentes”, aseveró.