Consorcio de sanatorios impulsa aranceles sociales

Una nueva organización, denominada Consorcio de Terapias Privadas del Paraguay (Conteipar), pretende ofrecer aranceles sociales para el uso de los servicios en unidades de terapia intensiva. El objetivo es cubrir a la población que no cuenta con seguro privado o social y no encuentra lugar en el sector público. Buscan que el Estado se haga cargo.

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“El objetivo es ofrecer aranceles preferenciales a los pacientes que no tienen seguro y que son particulares, tratando de firmar un convenio con el Ministerio de Salud para dar aranceles sociales que podrían ser absorbidos por el Estado”, explicó el profesional.

Indicó que se trata de sanatorios con menos años de trayectoria que los más tradicionales, pero la idea es aglutinar a todos los establecimientos privados “y que podamos trabajar en bloque, en forma conjunta, de manera a ofrecer al sector público una alianza en donde contamos con más de 70 camas de terapia intensiva”, subrayó el Dr. Aldama.

También dijo que la situación del servicio de terapia intensiva no es precisamente la que informó ABC Color, pues existen también costos sociales para aquellos que no tienen ningún seguro e incluso para la gente con menores recursos económicos, que no pueden ir a sanatorios con mayor solvencia. Añadió que el nuevo consorcio de sanatorios pretende dar a conocer un plan con aranceles más bajos y que está abierto también a que más sanatorios privados se adhieran.

Aldama mencionó que también darán a conocer en la fecha una postura con respecto a la situación actual de brote de dengue que se está registrando y que está saturando los hospitales, tanto públicos como privados, y para el cual se deben implementar aranceles sociales para la población.

Los sanatorios privados, la mayoría concentrados en Asunción, mantienen altos y diferentes costos por el uso diario de una cama en una unidad de terapia intensiva. A estos se debe agregar el costo de drogas y antibióticos de primera línea, honorarios médicos y materiales descartables, además del uso de equipamientos como tomógrafos, ecógrafos y otros.

Cientos de compatriotas se desangran económicamente y venden todo lo que tienen para poder solventar el costo de una terapia intensiva. Esto, teniendo en cuenta que las camas de terapia del sistema público de salud están permanentemente sobrecargadas.

Incluso la gente muere o sigue padeciendo el dolor de su enfermedad, a la espera de contar con una cama disponible en estos servicios especializados.

cpereira@abc.com.py

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