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El Cones, como organismo rector de la educación superior del país, recibió denuncias escritas sobre supuestos malos manejos administrativos y académicos cometidos por la UNP, dirigida por el diputado Ríos.
Para investigar las denuncias, y antes de decidir una intervención a la UNP, el Cones conformó una comisión especial de investigación, integrada por el padre Montero y el vicerrector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), doctor Andrés Amarilla.
A la primera solicitud de documentos, como actas y otros, por parte de la comisión especial de investigación, el vicerrector de la UNP, doctor Adolfo Villasboa, respondió al Cones que solicitaban la interrupción del proceso porque recusaban al padre Montero.
El argumento de la autoridad de la UNP fue que el padre Montero es miembro del Consejo Nacional de Educación y Cultura (Conec) y que este organismo “es una entidad acusadora de la UNP y de sus autoridades, especialmente de su rector con permiso, Víctor Ríos Ojeda”, señala el escrito remitido al Cones.
La recusación afecta al padre Montero, como miembro titular del Conec ante el Cones, y a su suplente, doctora Aida Torres, e incluso a toda persona que pueda representar al Conec, como Gonzalo Quintana y Julio César Frutos.
Cambiaron a J. Montero
En la sesión del Cones, el miércoles último, y ante la sugerencia del asesor jurídico César Ruffinelli, quien señaló que una persona recusada debe apartarse del caso conforme con el derecho, se decidió nombrar a la directora del Instituto Superior de Educación (ISE), María Victoria Zavala, como integrante de la comisión especial de investigación, en reemplazo del padre Montero Tirado.
Suspicacias
El padre Montero Tirado señaló a este diario que las actuaciones del Conec no corresponden al Cones, y que no se deberían mezclar las cosas.
Dijo que le llamó la atención que los debates y las decisiones que se adoptan a puertas cerradas en el Cones sean filtrados y llegan hasta Pilar, al rector Ríos, principalmente.