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Explicó que “las plagas más comunes en el jardín son las cochinillas, las hormigas y el grillo topo. Las cochinillas se caracterizan por tener una especie de escudo protector, de distintos colores y consistencias, según la especie. Es la plaga más frecuente en jardinería y puede afectar a cualquier planta ornamental e incluso árboles frutales”.
Resaltó que estas plagas “se alimentan clavando un pico chupador sobre las hojas, los tallos y frutos; chupan la savia y parte de esta la excretan como líquido azucarado (melaza). Podrá identificar la presencia de estos insectos por las hojas descoloridas, amarillas y deformadas. En algunos casos las hojas están brillantes y pegajosas por la melaza. Deberá eliminar las partes muy afectadas y una vez detectadas las cochinillas, efectúe dos o tres tratamientos con un intervalo de ocho días, con insecticidas anticochinillas”, aconsejó.
Acotó que “se debe aplicar además algún fungicida a base de cobre para luchar contra la negrilla. El oxicloruro de cobre es eficaz para detener su avance”.
En cuanto a las hormigas, el ingeniero aseveró que “el primer paso es localizar los hormigueros, eso es muy fácil, ya que las hormigas dejan un caminito bien demarcado de la planta hacia su hormiguero. Los productos para eliminarlas pueden ser a base de polvo, líquido, cebo y gel”, finalizó.